A menudo estamos acostumbrados a escuchar historias de famosos que se han quedado en la ruina tras una vida llena de lujos y glamour. Sin embargo, el pasado sábado, Loli Álvarez, acudía al plató de 'Sábado Deluxe' dispuesta a contar otra historia muy diferente.
Un drama que comenzaba en 2017
La que fuera una de los personajes más emblemáticos de los años 2000, acudía en 2017 al plató de 'Sálvame' para contar su drama económico. Confesaba por aquel entonces que estaba endeudada y que el embargo de su chalet de 270.000 euros era inminente.
Además, por si fuera poco, la que fuera colaboradora de 'Crónicas Marcianas', debía 70.000 euros. «Tengo que hacer frente una serie de pagos y a otros problemas», contaba en el programa, mientras lloraba desconsoladamente ante las cámaras del programa.
Un giro de 180 grados
Sin embargo, el pasado sábado volvía al programa para contar justamente todo lo contrario. Por lo visto, la vida y la bonanza han vuelto a sonreír a Loli tras dos años dándole la espalda. Lo cierto es que la economía de la artista es más que boyante, ya que según ha contado en el programa ahora es millonaria. Pero, ¿a qué se debe este gran cambio en la vida de Loli?.
Roni, hijo de un millonario gallego
El actual marido de la artista, Roni Santos, ha conseguido ganar, tras 43 años de lucha, la demanda de paternidad que su madre inició en 1979. Por lo visto, el padre de Roni es un millonario empresario gallego que mantuvo un romance amoroso, durante 21 años, con su madre. Al ser una época de dictadura franquista, el marido de Loli no pudo ser reconocido como su hijo.
Ahora, Roni ha ganado la batalla y la recompensa a estos años de lucha ha sido más que buena, ya que de un día para otro se ha despertado con una herencia que se estima en los tres millones de euros. La prueba de paternidad a la que ambos se ha sometido no deja lugar a dudas: es coincidente al 99,95%. Ahora, Loli se muestra de lo más orgullosa de su marido asegurando que «en este país existe la justicia».
La artista desvelaba en el plató que si estaban haciendo la sentencia pública era «por hacer justicia y dignidad por la memoria de mi suegra que fue mi mejor amiga. Le prometí que mientras me quedara vida lucharía para que se hiciera justicia».
El presentador, ante la alegría de la pareja preguntaba que iban a hacer con esa suma de dinero, algo a lo que Loli contestaba: «Me voy a pillar una cogorza...». Aunque con la mente fría aseguraba que su alegría no se debía al dinero recibido, sino al hecho de dar por finalizada una batalla judicial.