Lola Orellana se convirtió en una de las principales protagonistas en la boda de su prima, Elena Furiase el pasado fin de semana. La familia Flores estaba de celebración y todos los ojos estaban puestos en la hija de Rosario Flores.
La joven de 25 años, ya deslumbró en 2016 cuando se la vio en el enlace de Sara Verdasco y Juan Carmona. De ahí que ahora la expectación fuera máxima. Aunque no se dejó ver con facilidad, fue captada por las cámaras junto a su madre, con la que llegó en el mismo coche.
Además, gracias a la publicación de Mariola Orellana, pudimos ver el espectacular look con el que llegó a la ceremonia. Lola es la gran desconocida de la familia, pero ha heredado las dotes artísticas del clan aunque en un ámbito diferente.
Lola Orellana, la otra artista no tan conocida de los Flores
Si algo han demostrado la familia Flores es que el arte lo llevan en la sangre. Sus miembros han destacado tanto en la música como en la interpretación, pero el caso de Lola es distinto.
Rosario siempre ha procurado mantener a sus dos hijos apartados del foco mediático por expreso deseo de ellos. Madre e hija han compartido pocos momentos junto a las cámaras y se siente feliz de haberlo conseguido.
"Si de algo estoy orgullosa es porque a mis hijos no los conoce nadie, ser famosa te marca", explicaba en una entrevista. Sin embargo, la boda de Elena Furiase y Gonzalo Sierra era un evento excepcional y presumió de hija mayor.
A diferencia de sus primas Elena y Alba, Lola ha decidido guardar su intimidad. Poco se sabe de su vida aunque mantiene una estrecha relación con el arte. "Ahora está trabajando en el cine", confesaba Rosario.
Un trabajo que decidió desempeñar detrás de las cámaras ejerciendo de asistente de casting. Se trasladó a Londres para estudiar Artes Plásticas y le pilló el gusto a la fotografía. También se formó para ser ayudante de dirección.
"Puede trabajar de lo que quiera porque no la conoce nadie; yo no he sido libre nunca", contó Rosario hace unos meses.
La pintura y la fotografía son sus dos pasiones
Aunque Lola tiene la carrera de interpretación y dio sus primeros pasos como modelo, rápidamente supo que lo suyo era estar detrás de la cámara. Ahí fue donde encontró su pasión por la fotografía.
De hecho, uno de sus primeros trabajos como fotógrafa lo desempeñó en la boda de Sara Verdasco y Juan Carmona.
Actualmente sigue residiendo en Londres donde también ha desarrollado un talento espectacular en la pintura. "Pinta de maravilla", decía Rosario que no puede estar más orgullosa de su hija. Incluso ha plasmado sus dibujos es camisetas juntando su amor por la pintura con la moda.
En sus redes sociales, Lola suele compartir con sus más de 9.000 seguidores algunos de sus trabajos. Pequeños retazos de sus obras que demuestran que el arte lo lleva en las venas.
Orgullosa de la familia Flores
Aunque su deseo es permanecer en el anonimato, los compromisos familiares, en ocasiones la colocan en un papel incómodo. Sin embargo, esto no parece molestarle demasiado, ya que siempre acude a los actos del clan aunque haya prensa.
Además, no duda en compartir actuaciones tanto de su madre como de su tía Lolita, mostrando su orgullo de pertenecer a la familia. De hecho, cuando el trabajo se lo permite, acompaña a Rosario a conciertos y a proyectos musicales.
Lola es una de las más buscadas por la prensa debido, precisamente, a su escasa exposición pública. En las pocas veces en las que se la ha podido ver, muchos alaban su buen gusto por la moda y sus espectaculares estilismos.