Los Reyes de España asistieron este lunes al funeral oficiado por las víctimas del coronavirus junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, celebrado en la Catedral de la Almudena. Cerca de 400 personas acudieron al acto convocado por la Conferencia Episcopal (CEE).
El aforo del templo es de 900 personas, sin embargo el Arzobispado de Madrid ha reducido a menos de la mitad la capacidad del santuario por medidas de seguridad y de higiene por la pandemia del coronavirus.
La Familia Real llegó a la Almudena pocos minutos antes de las 20:00 horas, donde saludaron a las autoridades antes de acceder al homenaje de las víctimas.
Entre los asistentes se encontraban, además de la Familia Real, las autoridades, responsables de entidades de la Iglesia, un grupo de más de setenta familiares de víctimas del COVID-19 y sanitarios y Fuerzas de Seguridad del Estado y Bomberos.
Sus Majestades, la heredera al trono y su hermana llegaron en coche oficial, todos ellos ataviados con mascarilla y vestidos de riguroso luto. A su llegada, desfilaron por el pasillo central bajo el himno de España sonando. Al llegar al altar, tanto don Felipe como sus hijas Leonor y Sofía se santiguaron. Sin embargo, la reina Letizia decidió no persignarse, algo que despertó la atención de todos los medios.
En los últimos actos religiosos, la consorte ha preferido no santiguarse, tal y como hizo en el debut de Leonor en Asturias en septiembre de 2018. En aquella ocasión, Felipe VI y sus dos hijas se santiguaron al llegar frente al altar, siguiendo la tradición católica, pero la expresentadora de Televisión Española se limitó a agachar la cabeza como muestra de respeto.
El medio Vanitatis ha descubierto que durante sus primeros años como princesa si se persignaba. El día de su boda, aquel lluvioso 22 de mayo de 2004, la periodista Letizia Ortiz no tuvo problema alguno en santiguarse. No obstante, tras convertirse en Reina no ha sido vista santiguándose públicamente, algo que ha llamado la atención.
La destacada ausencia de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Al funeral en La Almudena no asistió Pedro Sánchez. El Jefe del Ejecutivo viajó a Portugal para un encuentro con el primer ministro luso, António Costa, con quien ya estuvo hace unos días en la reapertura de la frontera.
En el homenaje por las víctimas del coronavirus tampoco estuvo presente el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Fue Carmen Calvo, vicepresidenta primero del Gobierno, quien representó a su partido.
Tras la ceremonia, decenas de personas clamaron gritos contra los representantes del Ejecutivo. En el exterior de la Catedral de la Almudena se pudo escuchar cómo les gritaban «Gobierno, asesinos». Otros arremetieron contra los ausentes a la ceremonia religiosa: «¿Dónde está Pedro Sánchez?», profirió uno de los presentes.