Alessandro Lequio se ha convertido, sin duda, en uno de los personajes más críticos con el documental de Rocío Carrasco, y puede que eso le haya convertido en vícitima colateral de una guerra que ni siquiera le pertenece.
Así, despúes de que el otro día Rociíto pronunciara su famosa frase de 'perro no come perro', con la que sentenciaba a Lequio y daba a entender que es igual que Antonio David Flores, las diversas informaciones que prueban que el ex de Ana Obregón y Antonia Dell'Atte pudiese ser también un maltratador, no han dejado de sucederse.
«Primero le diría a Alessandro Lequio, que con la actitud que ha tenido conmigo y con mi testimonio, creo que no ha visto ni ha entendido nada de lo que he contado», señalaba Carrasco bastante molesta durante su entrevista.
«No se ha parado a ver ni una palabra, ni una frase. Pero, no me extraña. 'Perro no come perro'. Al final, si lo analizas, si tiene ese pensamiento que verbaliza, me demuestra que es igual o muy parecido al ser, a Antonio David. Entiendo esa defensa».
Ante esas acusaciones tan graves, Lequio se defendía en el plató de 'El programa de Ana Rosa' asegurando que a él «nunca, nunca, nunca», le habían llevado a un juzgado acusado de malos tratos. «Yo nunca, nunca, nunca, he sido denunciado por maltrato y por tanto nunca, nunca, nunca he sido condenado por maltrato».
Además, aprovechaba para señalar que el único motivo por el que ha criticado a Rocío Carrasco es por la relación con su hija, pero que Antonio David jamás ha sido «santo de su devoción ni mucho menos».
Sin embargo, parece que Antonio Dell'Atte tiene su propio punto de vista, y no ha dudado en aprovechar el huracán mediático para arremeter nuevamente contra el padre de su hijo Clemente.
La italiana no ha dudado en acusar de forma directa a su ex de haberla maltratada, y no solo eso, sino que asegura que ella denunció a Lequio en 1991, y que en 2004 por fin consiguió que la justicia le diera la razón. «Lo hice para proteger a mi hijo», ha señalado.
El problema para Lequio, radica en que han salido a la luz ciertas grabaciones en las que reconoce públicamente haber levantado la mano a mujeres. «He pegado bofetones a mujeres, pero bofetones light. No estoy hablando de violencia, hablo de una discusión en la que ella te da un bofetón y tú se lo devuelves. No pasa nada», afirmaba en cierto vídeo.
«Yo he vivido tres años y medio maltratos físicos y psíquicos. Y me siento con el deber de hacer esa llamada a todas las mujeres que han sufrido malos tratos, que los denuncien», contaba la modelo tiempo después de separarse.
Unas palabras que provocaron que Lequio la denunciara por injurias, una oportunidad que jugó en su contra y Dell'Atte supo aprovechar para demostrar a través de la justicia que había sido víctima de maltrato de género.
En 2004, un juez por fin le daba la razón. «Yo nunca mostré pruebas físicas de la violencia de Alessandro, pero sí las he presentado ante un juzgado y ahí me han dado la razón. La juez ha reconocido que los malos tratos existieron. La justicia ha dicho que este individuo es un maltratador».
Antonia tiene muy claro que si ella consiguió ganar la batalla, Rocío Carrasco también puedo conseguirlo, y justo por eso no ha dudado en mostrarle el máximo apoyo en todo momento. Así lo suplicaba la propia Rociíto en directo: «Solo pido que se me escuche y se me dé la oportunidad de ir a juicio», aseguraba.
Sin duda, un tema muy espinoso que llegaba a salpicar incluso a Ana Obregón, quien durante los años que estuvo con el colaborador televisivo, también tuvo que cargar con el peso de las acusaciones de maltrato a sus espaldas.
Sobre todo, tras una fuerte discusión que se produjo en casa de Ana, poco después de que se separasen. Una gran pelea que terminaba con la actriz y bióloga llamando a los agentes de seguridad. «Afortunadamente, mi hijo estaba fuera de casa», alegaba poco después.
Y, desde que Lequio está en el punto de mira, Obregón no ha dudado ni un solo segundo en salir en su defensa. Algo, que ha criticado Antonia: «Ana se encarga de difundir que Alessandro es un magnífico padre y que jamás le ha puesto la mano encima, cuando sabía desde mucho antes de quedarse embarazada que era un hombre violento».