Kiko Rivera tiene problemas económicos. El hijo mayor de Isabel Pantoja no está pasando por su mejor momento laboral. Después de que se cancelase su gira por el coronavirus, se ha quedado sin ahorros.
El marido de Irene Rosales aseguró hace tan solo unos meses que estaba en números rojos. El motivo no era otro que la inesperada cancelación de las actuaciones que tenía previstas para los meses de verano por culpa de la pandemia. «Tenía un verano estupendo de trabajo y nos iba a posibilitar empezar a tener un colchón para mis hijas, comprarnos una casa…Pero ha llegado así», reconoció en una entrevista con Tamara Gorro.
Con estas declaraciones Kiko Rivera admitía que no tenía ahorros. Y es que el hijo mayor de la tonadillera se ha visto obligado a solicitar la ayuda del Gobierno en los últimos meses. «He tenido que pedir la ayuda por ser autónomo. Esto me ha pillado muy jodido de pasta. Todo lo que he ganado en mis entrevistas y en 'Gran Hermano' lo he utilizado para pagar mi deuda con Hacienda, que ya se ha acabado, gracias a Dios», explicaba el hermano de Chabelita.
Sin ahorros y con tres niños
El nuevo panorama, provocado por el Covid-19, unido a sus hábitos de derrochador en el pasado no le han ayudado nada a ahorrar dinero. «Siempre he sido un gastador y ahora me arrepiento de ello. Ahora, no tengo problema en decirlo, solo estoy ingresando 700 euros al mes, que es lo que me da el Estado, pero sigo teniendo los mismos gastos de siempre. Es una locura, no hay derecho», explicó a su amiga Tamara Gorro.
Su prima Anabel Pantoja no ha dudado en salir en defensa de Kiko Rivera. «Él intenta sacar de donde puede. Irene está viniendo aquí los fines de semana. Están saliendo a flote de una crisis que han tenido gorda y en todo momento Kiko está siendo natural y como es él», aseguraba la novia del ‘negro’.
Además de los gastos habituales de Kiko Rivera, Irene Rosales y sus dos hijas, no hay que olvidar que el hijo de Isabel Pantoja tiene otro retoño, fruto de su relación con Jessica Bueno, al que debe pasarle la manutención pertinente. Así que ahora al Dj sólo le queda apretarse mucho más el cinturón y tirar hacia delante.