Hace apenas unos días Kiko Rivera sorprendía a sus seguidores anunciando que iba a ser intervenido de urgencia. Así, compartía una imagen con la bata de hospital: "Pues nada, vía y a quirófano", escribía en Instagram.
El hijo de Paquirri se ha sometido a un pequeño ajuste de la banda gástrica que tiene en el estómago. A pesar de que no han trascendido muchos detalles al respecto, Rivera ya se sometió a esa operación en 2017.
Y gracias a ella consiguió perder la friolera de 40 kilos en un solo año. Pese a ello, ha recuperado algo de peso, por lo que ha decidido volver a operarse.
Según Abdul Razak, el médico que ha intervenido a Kiko, "la banda se había desplazado haciendo daño en el estómago, tanto daño que tenía vómitos y un fuerte dolor abdominal".
Una intervención que fue, en sus propias palabras, mínimamente invasiva. De hecho, fue dado rápidamente de alta y sigue recuperándose en casa junto a su mujer y sus hijas.
Eso sí, de momento solo puede ingerir líquidos, por los menos durante una semana. Además, tampoco puede levantar mucho peso o hacer grandes esfuerzos mientras recupera la normalidad.
Aunque, lo que peor lleva el Dj, tal y como el mismo confiesa, es no poder comer nada sólido. "Tengo que estar con una dieta de líquido", ha confesado él mismo. De hecho, asegura que le entran sudores fríos cada vez que ve un plato de comida, aunque debe resignarse.
Kiko debe cuidar mucho su alimentación por problemas de salud, lo que también le ayuda a sentirse cómodo con su peso. Y es que la comida está muy ligada a sus problemas de gota, que incluso le llevaron hace tiempo a suspender compromisos laborales.
En estos momentos, ha contado con la inestimable ayuda de Irene y de muy buenos amigos.
"No me quiero olvidar de dos de mis pilares fundamentales que no me dejan solo en ningún momento, mi mujer y mi compadre", les agradecía en redes sociales.
El artista ha decidido centrarse en su propia salud mostrándose completamente ajeno a las indirectas de su madre y su prima, con las que sigue en pie de guerra.
Kiko Rivera responde a los ataques de su madre
Este fin de semana, Isabel volvía a los escenarios y no dudaba en lanzar zascas a diestro y siniestro. Sobre todo, a su nuera, Irene Rosales. "Hoy quiero confesar que estoy muy muy cansada".
"Y tú viviendo con ella, que nunca, que nunca, que nunca te ha querido", son varias de las lindezas que le ha dedicado la tonadillera.
Pese a ello, Anabel insiste en defender a su tía, algo que enfurece a su primo. "¡Eres una pelota y… ¡Lo sabes!", ha cargado contra la colaboradora de Sálvame.
Por el contrario, la Pantojita de Canarias asegura que sigue teniéndole cariño y que le echa de menos. "Yo lo eché mucho en falta. Creo que si yo lo echo en falta, él también".
Todo indica que Rivera no está por la labor de ceder a las exigencias de su madre, que no dudaba en señalar en su concierto que iba a seguir así. "Hasta que a mi me dé la real gana", señalaba ante el público en referencia a su situación legal.
Una posible indirecta a los bienes que sigue negándose a entregarle a su hijo. Aunque 'su pequeño del alma' sigue también decidido a recuperar la herencia de su padre, por lo que no sabemos quien terminará dando su brazo a torcer.
De momento, parece que el marido de Irene Rosales ha querido sacarle provecho a la situación sacando su propia marca de ropa llamada 'Kantora is mine', un nombre cuanto menos controvertido.
A eso se suma que sigue preparando nuevos singles y colaboraciones estelares con los que sorprender a sus fans.