La venta de Cantora sigue suponiendo un dolor de cabeza para Kiko Rivera, que hasta el momento no ha llegado a un acuerdo con su madre.
De hecho, todo indica que Isabel Pantoja podría haber decidido dar el paso a espaldas de su hijo, con la clara intención de desprenderse cuanto antes de su parte de la finca.
Paloma García Pelayo informaba que "por el momento Cantora no se ha vendido y siempre se estaría hablando de la venta de la parte que le corresponde a Isabel Pantoja".
Además, "el ático de Fuengirola ya es propiedad del mismo comprador por las dos partes". Sin embargo, la periodista aclaraba que todavía "no hay ninguna oferta fija y se trataría de una negociación avanzada a espaldas de su hijo".
Por tanto, Kiko estaría enfrentándose a una nueva traición por parte de su madre y justo cuando las aguas parecían volver a su cauce.
El dj se ha mostrado bastante conciliador e incluso manifestaba su intención de retomar el contacto con la tonadillera.
Y es que a pesar de su intención de desprenderse de Cantora, a Pantoja no le queda de otra que llegar a un acuerdo con Kiko.
Tal y como apuntaba García Pelayo, el territorio donde se aloja la finca de Cantora "es un proindiviso, lo que podría generar problemas ya que sólo puede venderse si hay un acuerdo entre madre e hijo".
Sin contar con que "habría que acudir a un juez para dividir la causa común y si no hubiese acuerdo habría que sacarlo a la venta y terminaría en subasta".
Respecto al interés del comprador por la parte de Kiko, la colaboradora también lo tiene claro: "Yo creo que primero quiere hacer una oferta a la baja por la parte de Isabel y luego se encargaría de Kiko, con dinero se llega a cualquier sitio".
Kiko Rivera, preocupado por la estrategia que puede dejarle sin herencia
Y aclaraba que este empresario "se dedica a comprar activos que estén en situación de emergencia, como por ejemplo el ático de Fuengirola".
Una negociación que debe ser muy reciente, ya que "ella expresaba antes y después de la gira americana que no tenía comprador".
De hecho, insisten en que la tonadillera "no querría bajar el precio de 7 millones de euros". Y es que su principal intención es poder saldar sus deudas con la venta. De ahí se entiende su desesperación por salir de Cantora y vender cuanto antes.
Por otro lado, acaba de conocerse la venta de Pantomar S.I., la principal empresa de Pantoja, lo que hacía saltar todas las alarmas sobre las posibles negociaciones que está llevando a cabo la cantante.
Así, Ángela Portero daba a conocer que el empresario Antonio Trujillo, comprador de la empresa, "podría esconder una estrategia para adquirir también los dos áticos de la tonadillera y su parte de Cantora". Una situación ante la que Kiko Rivera debería estar muy atento.
La colaboradora advertía al Dj que "debería tener cuidado porque la persona que se puede hacer con el porcentaje de su madre, que es mayoritario, es un abogado inmobiliario que está especializado en compras en subastas".
Y le pedía abiertamente que se informe sobre la "Operación Acordeón, que permite a Antonio Trujillo hacerse con un porcentaje mínimo, con el control de toda Cantora con una ampliación de capital… Puede ser mucho más incómodo tener de socio en Cantora a Antonio Trujillo que a su propia madre".
Lo que podría tratarse de una clara venganza de la tonadillera contra su pequeño del alma. Y más después de que nuevamente su nuera haya arremetido contra ella en una exclusiva.
Irene Rosales aseguraba estar muy dolida con Pantoja, sobre todo por el distanciamiento que ha tenido con sus hijas.