Parece que a Kiko Hernández y Carmen Borrego se les ha acabado el buen rollo. Esta semana comenzaba muy fuerte en Sálvame, ya que el tertuliano insinuaba que había recibido un material muy comprometido que llegaba a cambiar el orden del día en el programa.
Según compartían, se trataba de material "muy, muy comprometido", algo que se encontraba de manera 'inexplicable' en un lugar en el que no debía estar. Concretamente, un descampado.
Al parecer, se trataría de documentación muy privada encontrada por un chico que casualmente paseaba a su perro:
"El perro sale corriendo hacia un punto del descampado, empieza a olisquear y se encuentra lo más gordo".
María Teresa Campos, afectada por una filtración de su documentación privada
"El material más comprometido que se pueda encontrar de una persona conocida", por lo que llama la atención el hecho de que se haya encontrado de esta manera: informes médicos, contratos de televisión, imágenes, fotos…
Finalmente, salía a relucir que dichos documentos pertenecen a nadie menos que a María Teresa Campos. Situación ante la cual se ponían en contacto inmediatamente con Carmen Borrego.
"Hay contratos de televisión. Hay informes médicos. Contratos de Telecinco, de Antena 3, fotografías con Bigote Arrocet, personales vuestras", informaban a la colaboradora.
Y la hija de Campos, muy enfadada, aseguraba que iba a exigir las pertinentes explicaciones a la empresa que contrataron para realizar la mudanza.
"Contratamos a una empresa y estaba todo en cajas, identificado, y espero que no salga ningún documento de mi madre por la ley de protección de datos porque tendrán que responder", explicaba sobre ese gravísimo error que han cometido.
"Nosotros les pedimos que destruyeran estos documentos, nos aseguraron que lo harían, y esto no puede pasar. Van a tener un problema grave, me parece una barbaridad lo que han hecho", advertía Borrego.
Por lo visto, todas las cajas estaban muy bien identificadas, también las de la documentación que debía destruirse por seguridad de la propia María Teresa.
Sin embargo, parece que hubo algún tipo de error y esos papeles terminaron en un descampado, a la vista de cualquiera que pasara por allí.
La amistad de Carmen Borrego y Kiko Hernández pende de un hilo
"Desde que se filtrase la información, Kiko Hernández y Carmen Borrego no se hablan", aseguraba Jorge Javier Vázquez.
Y es que 'la potota' estaría indignada con todo lo que ha salido a relucir. La matriarca del clan Campos tomaba hace un tiempo la decisión de vender su chalet familiar de Molino de la Hoz, pero no era hasta este verano cuando al fin conseguía un comprador.
De hecho, hace apenas un mes llevó a cabo la mudanza a un piso muy cerca de la residencia de Terelu.
Una mudanza en la que su hija Carmen se convirtió en su mano derecha y la ayudó en todo lo que pudo.
Aunque tanto Borrego como Terelu también decidieron confiar en varias empresas especializadas para llevar a cabo el cambio de enseres y también la destrucción de dicha documentación. Por tanto, el fallo cometido es garrafal e imperdonable.
Lo que nadie esperaba, es que eso también dañase la gran relación que mantenía Carmen con Kiko Hernández, ya que por lo visto fue él quien le recomendaba dicha empresa.
Lo que ha provocado que la colaboradora arremetiese contra su amigo y compañero. "¿Tú te crees que puedes acusar a una persona?", le reprochaba Hernández muy dolido.
"No sé cómo ha ocurrido esto, lo que tengo claro es que no están en un descampado. Yo he sido la que he hecho esa mudanza, no quiero hacer responsable a nadie sin ver las pruebas", insistía Carmen sin terminar de dar crédito a todo lo ocurrido.
De hecho, ella cree "que alguien ha hecho fotos de todo eso dentro de la casa y no donde se ha dicho".
"Los documentos importantes se han guardado y había una caja para destruir", remataba ella muy segura.
Por su parte Kiko estallaba y acusaba a la hija de María Teresa de mentir. "Todo lo que ha dicho es mentira".
Y señalaba que: "Si tú por limpiarte el trasero vas a meter porquería en una relación que yo tengo desde hace mucho tiempo con un amigo mío", en referencia a la persona encargada de la empresa de mudanzas que le había recomendado.
La cosa iba más allá después de que asegurasen que Carmen había dicho que Hernández era el principal responsable. "No es verdad, no he dicho eso ni que hayas vendido nada y lo juro por mis hijos", se defendía ella.