El presentador de Sálvame, Jorge Javier, se ha sincerado a través de su blog y se ha mostrado sin complejos.
Jorge es conocido por tener un discurso muy sincero y bien establecido. Hace uso de su presencia en los medios para lanzar cualquier alegato y exponer su opinión sin importarle las repercusiones ni lo que digan.
La sinceridad y la espontaneidad forman parte de su encanto natural del que no duda en mostrar. De hecho, esta seña la pone en práctica sin importar el asunto o la temática que esté tratando durante sus intervenciones.
Uno de los temas que más presencia tiene durante sus declaraciones es su notable cambio físico. Desde hace un tiempo se ha mostrado muy interesado por modificar su apariencia y para conseguirlo se ha sometido a dietas y rutinas deportivas.
Desde que estos cambios se hicieran palpables a simple vista, el presentador aprovecha cualquier oportunidad para demostrarlo y lucir los resultados. Tanto es así que en la última edición de Supervivientes se mostró a torso descubierto en la promoción de la edición.
Sin duda, se ha convertido en el rostro de Sálvame que más alardea de su nuevo físico y no duda ni un instante en mostrarse sin complejos.
Jorge Javier, la cara de Sálvame que no tiene complejos
Es habitual que el filólogo haga uso de su blog en una conocida revista para difundir reflexiones o cualquier contenido que le parezca oportuno. Además, hace uso de este para expresar su opinión sobre cualquier asunto lanzar ataques a sus detractores.
Ha convertido esta herramienta en el vehículo perfecto para mostrarse natural y tal como es. Haciendo uso del léxico que le caracteriza y de la estructuración de los contenidos consigue conformar un discurso comprensible para todos sus lectores.
Esta semana ha compartido una gran reflexión sobre su estado físico y las imposiciones sociales que construyen la realidad que vivimos. De hecho, elabora un diálogo consigo mismo en el que reflexiona como un sistema modela nuestras vidas para adoptar patrones conductuales establecidos.
Todos los aspectos de nuestro día a día están marcados por lo que "tiene que ser". Es decir, tenemos la idea prefabricada de cómo deben ser las cosas y las acatamos sin ningún tipo de reflexión.
El presentador ofrece su particular visión sobre los constructos sociales y la influencia que tiene en nosotros a la hora de desarrollarnos en nuestra vida. Comienza abordando las imposiciones vacacionales en las se obliga de una determinada manera a tomar el mes de agosto para disfrutarlas.
Es un ejemplo minúsculo de cómo todo está elaborado para que la sociedad lo realice sin mediar en ella una actitud crítica de este suceso. Lo cierto es que consigue hilar conceptos e ideas hasta mostrar la verdadera intencionalidad de su entrada.
El de Sálvame muestra un incesante intento por deconstruir las relaciones sentimentales y cuestionar aquello que se toma como obligatorio. "La sociedad estipula que con la pareja tienes que acostarte quieras o no" escribe.
Expone como nos hemos criado en un sistema que dictamina que tipos de comportamientos o actitudes son las correctas en cuanto al amor. Narra un episodio que ha vivido este verano junto a un chico que tenía pareja.
El resultado de esta historia ha sido nefasto, lo que le hace asegurar que su verano ha terminado igual que comenzó. Para poner el punto final a este escrito ha añadido una frase que evidencia su falta de complejos.
"Lo que es la vida: estoy impresionante y ligo menos que nunca" sentencia su alegato. Lo cierto es que hace una gran reflexión sobre la hegemonía de la normatividad y cómo esta interactúa con los sujetos para determinar su existencia.
Lo cierto de todo esto es Jorge Javier se ha forjado como el rostro más seguro de Sálvame y no duda en compartir sus experiencias para mostrarse natural. Esperamos que su experiencia romántica no determine su futuro sentimental y sea capaz de encontrar lo que busca.