Para muchos es el mejor presidente de la historia del F. C. Barcelona. Para otros, un personaje rodeado de polémica. Así es Joan Laporta, un empresario de éxito de 58 años que ha surfeado en la cresta de los negocios, el fútbol y la política, y que nunca ha renunciado al placer y el lujo. Su lema: «Nunca hay que avergonzarse de pasarlo bien».
Estos son los detalles más desconocidos de la vida salvaje de Joan Laporta, nuevo presidente del Barça (por segunda vez). Mujeres, puros y champán: así es la polémica vida privada del presidente más mediático del fútbol español.
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Un hombre de éxito, casado y con hijos
Muchos recuerdan a Joan Laporta por sus títulos como presidente del Barça desde 2003: dos Champions y cuatro Ligas en la era más gloriosa del club. Una estrella que compartía con su éxito en los negocios al mando de un prestigioso bufete de abogados, Laporta&Arbós. Pero además, el empresario catalán contaba con una gran ambición. No tenía techo.
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Estaba felizmente casado con Constanza Echeverría, hija de Juan Echeverría, ex presidente de FECSA, Nissan Motor Ibérica y Mutua Universal. Él fue quien financió su salto a la presidencia del Barça, pero a cambio de meter en la junta directiva a su hijo Alejandro, patrono de la Fundación Francisco Franco y de ideas ultraderechistas.
Constanza y Joan Laporta tienen tres hijos en común: Pol, Guim y Joan. Constanza tuvo un tumor de ovario del que se recuperó. El matrimonio se rompió en 2010 tras 20 años juntos y numerosas infidelidades de Jan, un hombre con una afición desmedida por las mujeres.
Las mujeres de Joan Laporta
«Casado con distracciones». Así le describe la periodista Pilar Eyre, que le conoce bien. Esta ha sido siempre la gran debilidad de Joan Laporta: las mujeres. Y en su vida ha habido de todo, desde actrices porno y presentadoras de televisión a un mujer de sangre real.
La camarera brasileña Flavia Masoli
Flavia Masoli fue la primera mujer en irrumpir en el matrimonio de Joan Laporta. Su romance salió a la luz en 2007, cuando Jan se estaba separando de su mujer. Se conocieron en el hotel ARTS, donde ella trabajaba de camarera. Fue un flechazo. A los pocos días recibió una oferta para entrar a trabajar en el F. C. Barcelona.
Él la colocó en el Departamento de Relaciones Públicas del club, pero poco después fue despedida para no levantar sospechas en un momento delicado de su presidencia. Flavia inició entonces una guerra contra la directiva del Barcelona, denunciando presiones para que firmara su renuncia. Ella se había convertido en un estorbo para Laporta.
La brasileña apareció en el programa «Dónde estás corazón» para contarlo todo, y desveló que el presidente del Barça tenía un amigo que le buscaba chicas para sus fiestas después de los partidos. Salieron nombres como Terelu Campos y Vicky Martín Berrocal. Pero llamaba la atención un nombre en especial: Gulnara Karimova.
Gulnara Karimova, princesa de Uzbekistán
Laporta decidió picar más alto y se lió con Gulnara Karimova, hija del dictador de Uzbekistán. Los dos se veían a escondidas en Suiza, donde tenía su sede el entramado de empresas que ella dirigía, Zeromaz. Un holding de 40 compañías de gas, petróleo, logística, textil y minería en la que Gulnara era la máxima accionista.
Pero esta relación tampoco beneficiaba a Laporta, ya que el diario The Observer destapó que el Barcelona había recibido cinco millones de la princesa de Uzbekistán y que era «dinero sucio», ya que venía de una dictadura donde no se respetaban los derechos humanos. Durante aquel tiempo, varios jugadores de fútbol y el propio Laporta hicieron decenas de viajes al país donde recibían ingentes cantidades de dinero por actor publicitarios.
Ella era una de las diez mujeres más ricas de Suiza y se codeaba con la élite mundial, desde Elton John y Julio Iglesias hasta Putin y Clinton. Laporta quiso utilizar su conquista para dar el pelotazo definitivo. Quería comprar el Mallorca a través de su bufete de abogados y luego venderlo a Uzbekistan por 4 millones de dólares. Pero el escándalo mediático le hizo recular.
Poco después murió el padre de Gulnara y ella fue detenida por las autoridades de su país por evasión de impuestos y malversación, entre otros cargos. Años después, nadie sabe nada de su paradero, y Laporta intentó pasar página como si nada hubiera ocurrido.
Joan Laporta y María Lapiedra
Por su vida también pasaron mujeres como Simona, una presentadora italiana de televisión, y Mariona Sabaté, una joven bien relacionada en el mundo de los negocios. Más sonada fue su relación con Sana Khouja, una chica de origen egipcio 24 años más joven que él y que había trabajado en el departamento de márketing del Barça.
Por cierto, Sana presentó una denuncia contra Flavia Massoli por una pelea callejero en pleno centro de Barcelona. Tras acabar su relación de varios años con Sana, Laporta se dejó ver junto a mujeres espectaculares en fiestas de lujo. Joan Laporta y Martía Lapiedra también tuvieron una relación fugaz y apasionada. Ella le ayudó con desnudos y posados a promocionar su campaña para presidir Solidaritat Catalana, un partido independentista catalán.
Laporta y la política
Como ya hemos dicho, Laporta no tenía techo y manifestaba un gran interés por la política. En su juventud estuvo vinculado al Partit per la Independència, una formación independentista catalana. Tras su disolución flirteó con CiU y ERC, y en 2005, ya como presidente del Barça, tuvo que hacer frente al escándalo por los orígenes políticos de su cuñado, enchufado en el club.
Más tarde fundó su propio partido, Democràcia Catalana, con el que pretendía iniciar el camino hacia la independencia de Cataluña. Junto a políticos como Alfons López Tena y Uriel Bertran, Laporta se presentó a las elecciones en 2010. Luego fue edil en Barcelona, cargo que dejó recientemente para presentarse a las elecciones a la presidencia del Barcelona.
Laporta forma parte de un selecto grupo de la élite catalana formada por Carles Puigdemont, Pilar Rahola y el mayor Trapero. Juntos forman una pandilla de amigos que veranean en la Costa Brava. Aunque las mejores fiestas del presidente estaban lejos de ahí.
Las fiestas de Jan Laporta
Pero si hay una imagen que ha quedado asociada a Joan Laporta es la de sus fiestas a todo lujo con mujeres, puros y champán. La más sonada fue la fiesta en la discoteca Luz de Gas tras una victoria contra el Real Madrid. Se hizo famosa una foto en la que aparece Laporta a altas horas de la madrugada bañado en champán y completamente desatado.
Los medios destaparon que la fiesta de Joan Laporta en Luz de Gas había costado 7.000 euros, pero además, una auditoría reveló que durante la presidencia de Laporta se habían gastado 420.000 euros en joyas y relojes, un millón de euros en entradas para la final de la Champions en Roma, y 42.000 euros en el catering del último partido de liga de la temporada 2009-2010.
Desde entonces se la ha visto en varias fiestas a todo lujo en discotecas de alto standing de Barcelona, como el mismo Luz de Gas, regentado por Fede Sardá. Se ha visto a Joan Laporta desnudo, rodeado de mujeres y desinhibido en las fiestas, pero no le importa el qué dirán. Esta es su filosofía: no arrepentirse nunca de pasarlo bien.