Varapalo judicial para Irene Montero y Pablo Iglesias. Según ha transcendido este viernes, 21 de mayo, el Tribunal Supremo ha dado la razón al periodista Federico Jiménez Losantos en un litigio que mantenían con la actual ministra de Igualdad. El alto tribunal considera que Losantos no vulneró el derecho al honor de Irene Montero al llamarla «Pablenina, matona, tiorra, novia del amo y escrachadora» en uno de sus programas matinales en la emisora esRadio en junio de 2018. Losantos se refería a la intervención de Montero en el debate de la moción de censura a Mariano Rajoy que transcurrió en aquellas fechas.
Varapalo judicial a Montero
Tras una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que ya dio la razón a Federico Jiménez Losantos, ahora el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación interpuesto por la ministra de Igualdad y además le condena a pagar las costas del pleito. La Sala de lo Civil del Supremo considera que las expresiones proferidas por Losantos se amparan en el derecho a la libertad de expresión ya que iban dirigidas a un personaje público, en ese momento la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso.
Además, el Tribunal Supremo argumenta que «se referían a una cuestión de acentuado interés general, como era su actuación en el Congreso de los Diputados como portavoz del grupo parlamentario que promovió una moción de censura contra el gobierno». Cree el Tribunal Supremo, y así lo manifiesta en su sentencia, que «por más hiriente que pueda resultar a la demandante y por más descarnados que sean los términos utilizados», las expresiones que usa Losantos hacia Montero referidas a poner en duda sus méritos para desempeñar sus cargos están amparadas por la libertad de expresión.
Malos tiempos para Podemos, también en el plano político
No hay duda de que Podemos no pasa por su mejor momento. La formación, que nació en 2014 de la mano de Pablo Iglesias tras años de crisis económica y como tardía consecuencia del estallido del 15-M en 2011, irrumpió con fuerza en la política española, cosechando más de 1,2 millones de votos en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, que supusieron cinco escaños para los morados. A partir de entonces, Podemos y su coalición con Izquierda Unida logró colarse y mantenerse en todos los parlamentos autonómicos e incluso en el Congreso de los Diputados, consolidándose como una de las grandes fuerzas políticas en España.
La cúspide de la evolución política de Unidas Podemos llegó, por supuesto, tras las elecciones generales de noviembre de 2019, cuando el partido llegó a un acuerdo de coalición con el PSOE que comportó que el partido morado pasara a integrar parte del Gobierno como socio minoritario de los socialistas. La coalición dura hasta día de hoy, pero el desgaste de Unidas Podemos es notable y la formación no rehuye de ello: el propio Pablo Iglesias, líder indiscutible del partido, dimitía en marzo como vicepresidente segundo del Gobierno para presentarse como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid...
... y fracasó. Iglesias se lanzó a una aventura en la que probablemente era consciente de que no saldría airoso y decidió, la misma noche del 4 de mayo, abandonar la política. Más de dos semanas después, nada se sabe de Iglesias más allá de que ha optado por un cambio de 'look', cortándose su casi emblemática coleta. Podemos se prepara ya para el relevo del liderazgo, que evolucionará en una bicefalia: la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, al frente del partido; y la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como cabeza de cartel electoral.