El pasado 1 de diciembre, salió al mercado la primera biografía de Jesulín de Ubrique, 'Jesulín 3.0'. Cada capítulo del libro está dedicado a una persona de la vida del torero y uno de ellos habla sobre su relación con Belén Esteban y con la única hija que tienen en común, Andrea Janeiro.
Alfredo Sánchez, el autor de la obra, ha confirmado que el gaditano no tiene ningún tipo de relación con su primogénita. «Como se ha dicho en los medios, él ha pagado lo que ha tenido que pagar, pero es verdad que la relación, tal y como se ha dicho, es inexistente. Eso es una realidad».
«Jesulín estaba enamorado de ella y ella de él», ha explicado en una entrevista con 'El Español' sobre la relación del torero y la colaboradora de 'Sálvame'. «Es más, creo que el enfrentamiento siempre fue más de Belén con la familia que con el propio Jesulín, al menos al principio».
«Estaban muy enamorados. Te diré que si les hubiera cogido en otro momento hoy estarían juntos. Les falló la juventud, y los enfrentamientos de Belén con la familia».
«Ten en cuenta que estaban todos juntos en Ambiciones y aquello no terminó bien. Por eso Campanario pronto vio que el problema estaba en Ambiciones. Belén solo ha mantenido estos años contacto con Carmen Bazán y con Carmen Janeiro, y siempre por Andrea».
Además, ha señalado que Belén Esteban no perjudicó al torero en su carrera, sino «más bien al contrario». Él destaca que aunque «surgió la figura de Belén», no «opacó la de Jesulín».
«Campanario tuvo mucha vista»
Conociendo lo que sucedió con la colaboradora de 'Sálvame', María José Campanario, a quien el autor considera como el gran amor de Jesulín de Ubrique, supo ver que el problema que hubo entre la madrileña y la familia del gaditano estaba en Ambiciones, la mítica finca de la familia que alquilarán para eventos a partir del próximo año.
«Campanario tuvo mucha vista. Conociendo lo que había pasado con Belén Esteban en la finca, quiso salir ella la primera de Ambiciones, y sacar a Jesulín. Ella sale antes de Ambiciones con Jesús que los propios padres».
«Comprendió que no podía vivir toda la familia unida. María José debió ver eso y alquiló y después compró la casa donde viven ahora, en Arcos. Entendió que para formar una familia había que salir de allí».
La influencia de su padre
Por otro lado, Alfredo Sánchez también habla sobre la gran influencia que tenía su padre, Humberto Janeiro, fallecido el pasado mes de agosto, en él.
«Dirigió la carrera de su hijo, el patrimonio, los dineros, todo. Las empresas también, hasta que llega un momento en que Jesulín se retira a los 23 años porque está cansado de que su vida la maneje su padre».
«Decide retirarse en la cresta de la ola. Hasta los cuatro o cinco años no reaparece diciendo que en su vida manda él, y que es él quien decide los toros que quiere matar y cuáles son sus apoderados. Y es que, todo lo decidía el padre. Cogió el timón y no lo ha soltado hasta ahora».
Tras coger las riendas de su vida, Jesulín de Ubrique ha conseguido ser un «hombre feliz y realizado», que acaba de cumplir 30 años de carrera en las plazas de toros.
«Este año había planeado torear para celebrar los 30 años de su alternativa en Nimes Francia. Así lo había planificado, con tan mala fortuna que la pandemia le obligó a paralizarla».
El motivo por el que se convirtió en torero
Alfredo Sánchez asegura que Humberto «no supo gestionar» la economía de su hijo. «Antes de llevar a Jesulín tampoco le iba bien con otros espectáculos. Él invertía a su criterio, pero no siempre fue bueno. Nunca brilló». De hecho, fue precisamente una deuda de su progenitor lo que provocó que el gaditano se convirtiera en torero.
«Su padre era el organizador de fiestas entonces, tanto de toros como de espectáculos, y un año en la feria de Ubrique contrató a varios artistas, y la estrella grande era Rocío Jurado, que tenía un caché muy elevado. Las cosas no fueron bien».
«El padre de Jesús quiso vender, incluso, una finca para saldar esa deuda, y fue cuando Jesulín le dijo 'papá, ¿tú quieres que yo sea torero para poder pagar a Rocío?' Ese fue el aliciente para que él quisiera ser torero».
En 2021 se cumplirán 20 años de su accidente
El próximo año se cumplirán 20 años desde que Jesulín de Ubrique tuviera el accidente que estuvo a punto de terminar con su vida y que casi lo deja paralítico.
Estuvo «45 días en la UCI y los médicos no daban un duro por él. Creía que no podría volver a andar. Desde entonces solo torea con corsés. Cualquier cogida grave sería muy peligrosa a día de hoy».