Isabel Gemio en plano medio vestida de rojo y sonriente

Isabel Gemio sobre su hijo Gustavo, enfermo: 'No puedo seguir llorando'

La presentadora y periodista hace años que lucha por mejorar su calidad de vida

No hay nadie que dude que Isabel Gemio vive por y para su hijo Gustavo. Su historia es la de una madre que tuvo que ver como con solo dos años le diagnosticaban una enfermedad rara, la distrofia muscular de Duchenne. Esta enfermedad le ha ido afectando a sus músculos y a su movilidad. Con 11 ya iba en silla de ruedas y ahora, ya con 23, sus funciones motoras están todavía más limitadas. 

Pero esto ni mucho menos ha hundido a la presentadora y periodista, que siempre ha demostrado que su meta en la vida es cuidar de su hijo, sí, pero también dar a conocer su caso como una historia de superación y lucha y no como un momento triste de su vida. 

Pese a todo, no son tantas las ocasiones en que Isabel Gemio se ha sincerado sobre un tema tan delicado. Durante años no fueron muchas las entrevistas que concedió, pero todo cambió con la publicación de su libro 'Mi hijo, mi maestro: Una historia de amor y dolor jamás contada'. 

Ahora ha querido volverse a sincerar con una compañera y amiga, Maria Teresa Campos, con quién ha hablado para la 'Cadena 100' confesando que no han sido pocas las veces que le era imposible hablar de su hijo sin ponerse a llorar. 

Aun así, también reconocía que había llegado el momento de pasar página en este sentido y afrontar las cosas de manera diferente. «No podía pasarme la vida llorando», le decía a la también periodista en una entrevista de lo más íntima. 

Orgullosa totalmente de su hijo Gustavo

Ese cree que fue el motivo para explicar con detalle la enfermedad de su hijo. «Por eso decidí decirlo, porque lo que me estaba pasando a mí le estaba pasando también a muchas personas», confesaba Isabel Gemio sobre su silencio durante muchos años. 

Llegó un momento en que admite en que tuvo que reconocer a sí misma y a los demás que «no quería esconder a mi hijo». Añade que tuvo que plantearse que no podía seguir afrontando la situación con tristeza y entre lágrimas. 

Y aun así, siempre hay que recordar que ha criado ella a su hijo pese a las muchas horas de trabajo y de dedicación a su fundación. Aunque es cierto que siempre ha contado con la ayuda del resto de sus seres queridos incluso en estos duros meses de pandemia

«Sé que tengo mucha suerte, porque yo tengo ayuda», admitía. Y explicaba la dura situación que han vivido otros muchos niños o jóvenes con la enfermedad de Gustavo: «Ha habido muchos padres y madres que durante la pandemia sus hijos no han podido ir a terapia, y eso es malísimo para ellos, y se lo han tenido que cargar ellos solos», relataba sobre la situación de muchos enfermos durante estos meses. 

El duro trabajo en su fundación

Insistía en explicar las dificultades que ha ido viviendo estos años. «No hay nada más duro que ver sufrir a tus hijos», confesaba aunque sabiendo que ella intenta poner su granito de arena para mejorar la vida de Gustavo a través de su fundación. 

Con ella hace año que intenta conseguir fondos para se pueda pagar a científicos que investiguen la enfermedad rara que afecta a su hijo pero también a muchos niños. «Todo lo que hacemos en la fundación, las camisetas, las mascarillas... Todo es para recaudar dinero para la investigación», explica mostrando su orgullo por todo el trabajo que lleva a cabo en la misma.