La polémica batalla familiar entre Kiko Rivera y su madre todavía está muy lejos de solucionarse, si es que finalmente lo hace. El DJ está pasando un momento muy complicado y es que ya han pasado muchos meses desde que el marido de Irene Rosales aireó a los cuatro vientos que su madre le había engañado y mucho.
El hermano mayor de Isa Pantoja se cansa de repetir que él confiaba en su madre al cien por cien y por eso nunca pensó que su madre podría perjudicarle con sus actos. «No cedí Cantora a mi madre a sabiendas. Firmé lo que ella me pidió», confesaba el hijo de Paquirri en exclusiva para la revista ‘Lecturas’.
Esta entrevista supuso un antes y un después en el clan Pantoja, que desde entonces ha visto salir a la luz muchos de los trapos sucios que la familia mantenía en estricto secreto entre las paredes de Cantora.
Desde que Kiko Rivera decidiera hablar alto y claro sobre su madre, muchas han sido sus confesiones cargando con la tonadillera y parece que todavía hay para rato.
¿Qué pasa con Cantora?
La finca ubicada en Medina Sidonia es uno de los puntos fuertes de la trifulca familiar. Ésta tiene un gran valor sentimental para todos los miembros del clan Pantoja y el pasado fin de semana Irene Rosales quiso poner punto y final a las habladurías.
La mujer del DJ desvelaba en el programa de ‘Telecinco’ en el que colabora, ‘Viva la vida’, los movimientos que está llevando a cabo su marido para desvincularse por completo de la parte de la finca que le dejó en herencia su padre.
«Kiko no ha vendido Cantora, solo ha tenido una reunión», confirmaba la colaboradora del programa que conduce Emma García los fines de Semana en ‘Mediaset’. Con estas declaraciones la joven nuera de Isabel Pantoja quería despejar todos los rumores que hacían referencia a una posible venta de la parte de la fina que posee el DJ.
«Kiko tiene muchas más reuniones y tuvo una reunión para que las cosas se hicieran un poco más serias, porque me trajeron a mí aquí los papeles y ya está. Los abogados han estado hablando, pero Kiko quería reunirse en persona», explicaba la tertuliana en el espacio en el que colabora habitualmente.
«Lo último que sé es que Kiko mandó el requerimiento, se lo entregaron en mano a Isabel», añadía la cuñada de Isa Pantoja, confesando que el único objetivo de su marido es que se solucione todo cuanto antes y de la mejor forma posible.
Un gran valor emocional
Lo cierto es que a la madre de las dos hijas pequeñas del DJ, Ana y Carlota, esta situación le apena porque conoce la importancia que tiene Cantora para todo el clan Pantoja.
«Si es lo que Kiko quiere yo le apoyo, pero no me voy a alegrar, ni mucho menos, porque sé el valor sentimental que le tiene Kiko a esa finca», señalaba la colaboradora de ‘Viva la vida’ consciente de que su venta implica perder un lugar en el que su marido ha vivido cientos de historias a lo largo de su vida.
Además, la tertuliana de ‘Telecinco’ quiso hablar también sobre el posible acercamiento entre su pareja y su madre después de todo lo sucedido en los últimos meses. «No deja de ser una madre que tiene un conflicto con su hijo, nunca va a haber un punto y final», sentenciaba la joven.
Son muchos ya los meses de reproches que a la familia Rivera-Rosales le están pasando factura. Y es que airear los trapos sucios en televisión tiene un precio muy alto.