Isabel Pantoja no gana para disgustos, y parece que sigue decidida a culpar a su nuera, Irene Rosales, de todos sus males.
Por si la tonadillera no tuviese bastante con el enfrentamiento que la separa de su hijo, Kiko Rivera, desde hace ya más de un año, ahora también sufre la amenaza de su ex, Julián Muñoz.
Pese a ello, Isabel Pantoja tiene muy claro que Irene Rosales ha sido la que ha manipulado a su hijo en contra suyo todo este tiempo.
"Piensa que Irene es la que ha orquestado todo para que Kiko hiciera caja", explicaba Rafa Mora en Sálvame. "Isabel piensa que ha estado alentada, aleccionada supuestamente, por Kiko Matamoros".
Sobre todo, porque hasta hace muy poco ambos compartían plató en Viva la vida. "Le ha dicho que llegue hasta aquí para poner a parir a su madre. Para vivir como hijo de torero que para eso lo es. Para eso su padre le dio un dineral" .
Isabel Pantoja señala a Irene Rosales
Así, las últimas declaraciones que habría pronunciado Pantoja al respecto, dando a entender que para ella su hijo "se había acabado para siempre", cobran más sentido que nunca. Y eso que tras la muerte de Doña Ana parecía que ambos se habían acercado.
La artista se habría quedado "absolutamente escandalizada con las declaraciones de 'su pequeño del alma' durante su viaje a Nepal con Jesús Calleja".
Sobre todo, que durante ese programa, Kiko llegaba a responsabilizar a su madre de su adicción a las drogas.
Y por lo visto, Isabel "ya no permite que le hablen sobre Kiko ni que le aconsejen sobre él ni sobre lo que tiene que hacer para acercar posturas con su hijo".
Isabel Pantoja vive sus horas más bajas
Una opinión que parece compartir su hija Chabelita. "La pelota está en su tejado. Por mi parte no va a encontrar perdón", declaraba hace poco.
Por otro lado, desde Sálvameparecen estar dispuestos a terminar de hundir a la tonadillera. Y es que han contactado con una trabajadora que conoce muy de cerca a Pantoja. "Ella dormía por la mañana y se pasaba toda la noche viendo vídeos, bebiendo y fumando", contaba en el programa.
"La trabajadora no podía acostarse, por si a la señora se le antojaba una tila a las cinco de la mañana. Cuando le daban de cenar a la abuela los purés, Agustín e Isabel se peleaban por rebañar los platos".
Dicha trabajadora fue despedida de muy malas formas de Cantora. "Agustín vio que ella le quería hacer una foto a su madre, Doña Ana, enferma y la echó de casa. Le dijo que se fuera".
Mientras que también desmentía la relación perfecta que pretendían vender Anabel y Kiko con su abuela. "No venía ninguno de los dos. Doña Ana ha estado días y meses sin que fueran Kiko, Anabel, ni nadie".
Kiko Hernández, que ha empatizado con la complicada situación que atraviesa la tonadillera, no ha dudado en posicionarse a su favor.
"Es normal que esa señora no tenga ganas de levantar el teléfono para felicitar la Navidad", argumentaba. Y las redes también se han volcado con la madre de Kiko Rivera.
"Hace mucho que creo que a Isabel Pantoja hay que ayudarla, seguramente tenga una depresión (por lo que han contado hasta sus hijos) y no le podemos pedir que actúe como otras personas", opinaba una usuaria.
"Y luego os permitís el lujo de hablar de salud mental, y estáis machacando continuamente a esa persona. Como pase algo gordo, no vais a dormir tranquilos el resto de vuestra vida, carroña", les reprochaban.
Y mientras su madre vive las Navidades más amargas y tristes de su vida, Kiko Rivera dicta sentencia y está más que dispuesto a dejar el drama en el pasado.
"Tengo que cerrar ciclos y poner puntos finales", compartía en su Instagram. Una publicación que no deja a nadie indiferente tras las últimas polémicas que envuelven al clan:
"Llegan nuevas historias por vivir, no las arruinaré llevando al futuro un pasado que no existe".