Rocío Carrasco se casó con Fidel Albiac el 7 de septiembre de 2016 y siempre lamentó que en ese día tan especial para ella, su hijo David Flores, no pudiera asistir a tal evento. Según cuenta en la docuserie que protagoniza, su hijo se había ido de vacaciones con su padre, Antonio David Flores, pero no asistió a su boda, como ella había acordado con él. «Ese día no llegó, no dejaron que llegara», ha confesado la hija de Rocío Jurado.
Aunque su exmarido repitió miles de veces en televisión que Rocío Carrasco no había invitado a su hijo David al enlace, la realidad parece bien distinta. El 23 de diciembre de 2016, la hija de 'la más grande' denunció a Antonio David por «lesiones psicológicas, quebrantamiento de los deberes de custodia y de la inducción de menores, y sustracción de menores».
Este miércoles 12 de mayo, se abordarán este y otros temas relacionados con el distanciamiento de la protagonista con su hijo en el episodio 10 de la docuserie 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', del que Telecinco ha avanzado un tráiler del mismo.
«El denunciado no entregó al menor, tras habérselo solicitado fervientemente»
El texto de la denuncia que publica 'Vanitatis' es clarificador: «El padre solicitó a la madre que el menor, David, pasase los dos meses de verano con él. La madre accedió en la creencia de que el padre entregaría al menor en el domicilio materno a principios del mes de septiembre, con el fin de que el hijo pudiera asistir a la boda de la madre, celebrada el 7 de septiembre de 2016».
«Sin embargo, llegada la fecha de 1 de septiembre, el denunciado no entregó al menor, tras habérselo solicitado fervientemente, pero además, tampoco permitió la asistencia del hijo a la boda, además tampoco lo entregó a la madre la segunda quincena de septiembre, y lo que es más grave, a día de hoy continúa sin llevar al menor con su madre, quien no ha podido verle desde antes de las vacaciones de verano», recoge la denuncia.
Así vivió Rocío Carrasco la ausencia de su hijo David Flores en su boda con Fidel
Para conocer cómo vivió Rocío Carrasco la ausencia de su hijo, hay que leer un informe psiquiátrico firmado el 16 de diciembre de 2016, apenas unos días más tarde de que fuera a ver a su psiquiatra y tan solo una semana después de que denunciara al ex guardia civil.
«La paciente lleva varios años recibiendo tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico por padecer un trastorno adaptativo mixto ansioso depresivo», recoge el texto. Además, se hace eco de las «crisis de angustia, insomnio y humor depresivo» que sufre Rocío. A su vez, explica que «se observan cambios rápidos en el estado de ánimo, inhibición, llanto al relatar las diversas situaciones traumáticas actuales y pasadas. Ideas de desesperanza con sentimientos de impotencia e incapacidad para afrontar las mencionadas situaciones traumáticas».
Asimismo, el psiquiatra de la protagonista de la docuserie sostiene que la sintomatología de su paciente está estrechamente relacionada con su maltrecho estado de salud y «la actual descomposición guarda relación directa y proporcional con diversos acontecimientos traumáticos».
«La actora tiene que soportar el escarnio público de las revistas y programas del corazón»
A su vez, el citado informe recogido por 'Vanitatis' especifica lo siguiente: «El incumplimiento del acuerdo por parte del padre de sus hijos, mediante el cual su hijo debería haber acudido al domicilio materno y a su boda. También las declaraciones realizadas por el padre de sus hijos a diversos medios de comunicación, dando una imagen negativa de la paciente, actúan como elemento desencadenante de episodios de marcada angustia. De hecho, existe una ansiedad notable previa a su emisión y/o publicación», revela el informe.
Finalmente, el médico de Rocío Carrasco modifica el tratamiento psiquiátrico de Rocío Carrasco de esta forma, aspecto que viene recogido en la denuncia. «La actora tiene que soportar el escarnio público de las revistas y programas del corazón en los que se prodiga D. Antonio David Flores afirmando lindezas como que mientras ella se casa, sus hijos lloran, cuando él es el responsable de que el hijo no haya podido asistir a la boda de su madre. Manipulación mediática que se une a la manipulación y alienación parental a la que el padre ha sometido y somete a ambos hijos, siendo David todavía menor de edad», reza el texto.