Alexia Rivas concediendo una entrevista a 'Socialité'

La inesperada aparición de Alexia Rivas tras mantenerse muy callada

La periodista se ha refugiado en alguien muy especial en estos convulsos días tras el 'Merlos Place'

Alexia Rivas ha estado desaparecida desde que saltara el escándalo del  Merlos Place, en el que se descubrió en una videollamada no solo que estaba saliendo con el tertuliano Alfonso Merlos, sino que además, este había sido desleal a Marta López y se habría ido con Alfonso Merlos sin cortar antes la relación con la ex gran hermana.

La cuestión es que Alexia Rivas, periodista de ‘Socialité’, tuvo que salir al paso y ofrecer explicaciones de cómo había sucedido la situación, desde cuando estaba con Alfonso Merlos, si el ‘descuido’ en la videollamada fue premeditado, si se había saltado el confinamiento para ir a casa de Merlos… De tal manera que se la empezó a poner en entredicho.

Con todo esto, la periodista se vio en el ojo del huracán y desapareció de su programa cogiendo la baja por enfermedad por ansiedad, así que desde entonces no se la ha vuelto a ver en Telecinco. De la misma manera, sus publicaciones en las redes sociales han disminuido drásticamente, y desde que saltara el escándalo, sus habituales selfis y fotos sugerentes en Instagram habían desaparecido… hasta ahora.

Reaparece con su mejor amigo

Alexia, un poco más recuperada, parece que ha decidido  poner al mal tiempo buena cara y ha vuelto a Instagram  más optimista que nunca, y lo ha hecho al lado de su mascota, un perrito que adoptó hace unos años.La periodista se ha cobijado en  el cariño de su perro durante estos días tan convulsos para tranquilizarse y mirar las cosas desde otra perspectiva, y según sus palabras, su perro le ha devuelto los ánimos y la ayuda a estar mejor. Por eso, le ha dedicado unas emotivas palabras en su inesperada reaparición en Instagram:

«A Iro se lo encontraron acurrucado en la esquina de un paso de cebra un día de lluvia y frío. Nadie sabe cuánto tiempo llevaba allí, estaba empapado y tenía miedo a los humanos. Ahora, es un perro feliz. (...)  Yo no estoy ayudando a Iro, él me está ayudando a mí. A sonreír, a creer que la vida es bonita, a levantarme. Por eso, gracias, Iro».