El rey Juan Carlos estaría indignado debido al escándalo en el que se ha visto envuelta su hija Cristina. Sobre todo, porque lo considera una humillación.
De hecho, al igual que Jaime de Marichalar, exmarido de la infanta Elena, ha pasado en engrosar su lista de personas non gratas. El emérito habría transmitido la gran molestia que siente a su entorno más cercano: "A este ni un duro, de este tío no me habléis más", habría dicho.
Aunque, lo cierto es que ninguno de sus yernos fue nunca plato de buen gusto para él. De hecho, desde el primer momento en el que Marichalar entraba a la vida de su hija, ordenaba una exhaustiva investigación, ya que no se fiaba ni un pelo de sus intenciones.
Así, sus hombres le realizan un informe completo, y a pesar de que nunca obtuvo su aprobación completa, no le quedaba de otra que aceptarle dentro de la familia. "El informe habría sido elaborado bajo la máxima discreción y sin dejar copia del resultado en el archivo de La Casa", se apunta.
Y lo mismo ocurría con Iñaki Urdangarin, cuyo escándalo a raíz del caso Noós ponía en un verdadero compromiso a la familia real. Desde entonces, nada volvía a ser lo mismo, y es que tanto Iñaki como Cristina eran repudiados por parte de su hermano Felipe.
Ahora que ha salido a la luz la supuesta traición del exduque de Palma a su mujer, don Juan Carlos estaría furioso. Hay quien apunta a que "el Rey Juan Carlos estaría siendo la mano que mece la cuna en la separación de Cristina e Iñaki".
Cabe recalcar que la infanta corría rauda a su encuentro tras destaparse la relación de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia, que se convertía en el cotilleo del momento.
Las imágenes del exyerno del rey emérito en actitud cariñosa con otra mujer suponen una total humillación para Cristina. Y así se lo habría transmitido su padre durante su encuentro en Abu Dhabi.
Al emérito le dolerían "la humillación pública y el sufrimiento de su hija". Es más, don Juan Carlos querría que recuperase su lugar dentro de la familia real. "El Rey se mantuvo firme en varios asuntos: preocupación por los nietos, dejar arreglado el tema económico y conocer los movimientos de Iñaki".
Pero, "aunque Iñaki ha sido un mal marido, es cierto que es un buen padre y sus hijos le adoran, más incluso que a la madre". Lo que está claro, es que esta polémica podría servir para acercar posturas entre el rey Felipe y su hermana.
El rey emérito tiene en el punto de mira al que fuese su yerno, Iñaki Urdangarin
"No se le devolverá el título de duquesa, claro está, pero tal vez empezará a participar en actividades semioficiales junto a su madre y su cuñada, con la que en tiempos tuvo tan buena relación".
Eso, sin contar con la fortuna que obtendrá el día que su padre fallezca. "El día de mañana será una mujer muy rica".
"Continuará haciéndose cargo de sus hijos con su sueldo (400.000 euros anuales) de la Fundación Aga Khan, como hasta ahora". Mientras que, por otro lado, Iñaki se plantearía un futuro que le aleja de Vitoria y de su nuevo amor.
De hecho, su objetivo sería convertirse en entrenador de balonmano y justo por eso habría decidido mudarse a Barcelona. "Quiere volver a este mundo y ha pedido ejercitarse en las instalaciones del Barça", informaban diversos medios.
"La posibilidad de que se incorpore al Barça es real", alegaban. "Y si Urdangarin se va a Barcelona a vivir, es posible que su relación con Ainhoa Armentia pase a mejor vida".
Lo cierto es que el exduque de Palma está muy unido a la ciudad condal, sobre todo porque allí vivió los comienzos de su relación con la infanta Cristina. Además, su hijo Pablo se instaló en la ciudad para seguir sus pasos como jugador del Barça de balonmano.