El reencuentro entre los príncipes Harry y Guillermo era el momento más esperado después del triste fallecimiento de su abuelo, elduque de Edimburgo, y es que los hermanos llevaban meses sin hablarse y alejados uno del otro.
Han sido meses de tensión, en los que Harry y su mujer, Meghan Markle, decidían poner tierra de por medio para escapar de todo el drama y el acoso mediático al que se veían sometidos.
De hecho, incluso renunciaban a sus obligaciones relaciones y sus titulos de duque y duquesa de Sussex, algo que no sentó nada bien a Guillermo y Kate Middleron, quienes han soportado todavía más carga de trabajo tras su marcha.
El colmo llegaba después de que tanto Harry como su mujer decidiesen conceder una entrevista a Oprah Wenfrey en la que han contado su verdad, aunque eso haya implicado revolver el avispero y generar un auténtico escándalo.
No es para menos, ya que los temas que trataron, entre los que destaca el supuesto racismo que sufrieron tanto Meghan como su hijo Archie, y que les hicieron tomar la drástica decisión de alejarse definitivamente de la familia real, ponían de manifiesto los problemas internos dentro de la institución.
Algo, en lo que incluso la reina Isabel II se veía involucrada, y emitía un comunicando asegurando que no estaba al tanto y que iba a tomar medidas al respecto. Poco después, se informaba de una supuesta llamada entre Harry, su padre, -el príncipe Carlos-, y su hermano, la cual no había acabado en muy buenos términos, ya que no habían conseguido acercas posturas.
Así, el conflicto silencioso entre los hermanos parecía lejos de arreglarse, y esas bonitas imágenes en las que los veíamos unidos y formando lo que parecía un tandem irrompible, eran ya cosa del pasado.
La prueba más fehaciente del distanciamiento vino una vez que Harry y Meghan volvieron a Londres tras haber tomado la decisión de irse y abandonar su cargo, ya que la tensión entre los hermanos y sus parejas se podía respirar en el aire.
Sin embargo, parece que el desgraciado fallecimiento del duque de Edimburgo, su abuelo, ha conseguido lo impensable: una reconciliación de forma pública entre Harry y Guillermo y con Kate Middleton como testigo.
Sabemos que Meghan Markle está embarazada de su segundo hijo, una niña, tal y como desvelaron al mundo entero en su entrevista con Oprah, y justo ese sería el principal motivo por el que la duquesa de Sussex no ha acompañado a su marido al funeral de su abuelo.
Eso sí, Harry dejaba atrás cualquier drama y acudía sin pensarlo a darle el último adiós, además de apoyar a su familia, pero sobre todo a su abuela, la reina Isabel II, en estos duros momentos en los que le ha tocado despedir al amor de su vida.
Así, a pesar de que en un primer momento se veía a ambos hermanos caminar con el resto de la comiitiva, con el gesto muy serio, y separados por su primo hermano Peter Phillips, -una decisión tomada por la reina Isabel II para no fomentar más habladurías ni comentarios-, lo que hacía pensar que no iba a haber ninguna interacción entre ambos, poco despúes llegaba el ansiado momento.
Con todos los ojos puestos en ellos, controlando cada gesto y esas miradas que no se dedicaban, no fue hasta que llegaron a la capilla de San Jorge de Windsor, donde al fin les vimos interactuar. A la salida de la capilla, tras la ceremonia, pudimos ver a ambos hermanos hablar con el décano de Windsor antes de despedirse de él, y entonces sucedía el milagro.
Se veía a Harry y Guillermo caminar hombro con hombro y de manera cordial acompañados por Kate Middleton, quien también se unía a la conversación. Un pequeño paso para romper el hielo y retomar esos viejos tiempos de paz y armonía, y que seguro que alegra mucho a la reina Isabel II a pesar del duro momento que atraviesa.