La expectación ante la emisión de la segunda parte de la docuserie de Rocío Carrasco no deja de crecer. Y tanto es el miedo que Ortega Cano y los Mohedano le tienen a lo que pueda contar, que el diestro no ha tardado en poner en marcha medidas cautelares.
Unas medidas que van enfocadas en evitar a toda costa que los manuscritos de Rocío Jurado, los cuales su hija planea mostrar, no vean la luz.
Carrasco ya advertía que el que fuera marido de su madre no saldría muy bien parado con todo lo que piensa contar. Además, ella aseguraba que en algún momento le tuvo cariño, pero ya no le interesa mantener una relación con él.
E incluso ponía en duda la decisión de su madre de haberse casado con Ortega Cano. "No sé si fue lo más acertado".
Rociíto no dudaba en reprocharle al torero que "nosotros estuvimos con él en un momento muy importante, muy trágico en su vida, en 2011. Fuimos los primeros que estuvimos allí, pero no se ha recibido lo mismo por su parte".
"Yo a José siempre le tuve mucho cariño y siempre le tuve mucho afecto", reconocía la hija de 'la más grande'. Sin embargo, también deja claro que no quiere que pertenezca a su vida.
Finalmente, señalaba que entre ellos "hay alguna cuenta pendiente". Eso, sumado a que se ha insinuado que el diestro le daba mala vida a La Jurado.
Todo ello llevaba a que Ortega Cano decidiese tomar medidas legales contra Rocío y que sus hermanos Gloria Camila y José Fernando se planteen una revisión del reparto de la herencia.
Varios periodistas han sacado a la luz supuestas conversaciones en las que Amador Mohedano, hermano de Rocío Jurado, reconocía esa supuesta mala vida que le daba Ortega Cano a la artista.
A la espera de que la mujer de Fidel Albiac desvele finalmente los motivos que la llevaron a distanciarse de buena parte de su familia, parece que ya vamos teniendo pistas.
El desplante que puso en evidencia la mala relación entre Rocío Carrasco y Ortega Cano
En concreto, la explicación por la que Rociíto ya no tiene relación con el viudo de su madre vendría de 2016. Fue en ese momento cuando se hizo evidente que había cierto conflicto familiar.
Y es que Carrasco recibió el primer plantón de los Mohedano con motivo de la presentación de un sello conmemorativo de Correos a la figura de Rocío Jurado.
Ese fue uno de los pocos homenajes a los que acudió la hija de 'la más grande', cuando ni sus tíos Amador y Gloria, ni sus hermanos Gloria Camila y José Fernando, aceptaron la invitación.
Y el motivo podría tener mucho que ver con que la protagonista se había negado a invitar a su hija, Rocío Flores, con la que ya llevaba años sin hablarse.
Un boicot que también habría tenido lugar en su boda con Fidel Albiac, y a la que solo asistió Chayo Mohedano, hija de Rosa Benito y Amador Mohedano.
De hecho, Rosa Benito iba a asistir, pero recibió una llamada de atención de última hora y finalmente plantaba a su sobrina.
Respecto a dicho acto celebrado en 2016, tan solo Ortega Cano decidió asistir, aunque el desplante público que sufrió por parte de la que fuese su hijastra, sigue dando que hablar.
La hija de La Jurado se refugiaba en María Teresa Campos y su entonces pareja, Bigote Arrocet. Tan solo su marido, Fidel Albiac, se molestaba en saludar al diestro, mientras que ella optaba por ignorarle.
Una incómoda situación en la que se palpaba la tensión y que obligaba a Ortega Cano a reconocer por primera vez que su relación se había deteriorado en los últimos años.
"A mi edad no puedo caer en un error, pero la relación con Rocío no es igual. Nos ha apartado", confirmaba a la prensa que permanecía expectante.