Irene Montero está siendo la imagen principal de muchos medios de comunicación que acaparan diversos temas en los que aparece ella como protagonista: feminismo, rumores de infidelidad e incluso el acoso en su chalet. Y la revista 'Vainty Fair' ha podido realizar una entrevista con ella donde ha demostrado sus verdaderas intenciones.
Allí ha confesado que aunque es una persona republicana, cree que la reina Letizia es una gran persona y que está realizando muy bien su trabajo.
«Coincidí con ella en un acto de Apramp, la asociación de víctimas de trata, y escuchamos juntas sus historias de vida. Más allá de que yo sea republicana, me pareció una mujer inteligente, irónica, llevaba la reunión bien preparada y hablamos de temas que nos interesaban a las dos».
También ha querido compartir su opinión sobre la gran revolución que ha habido en las redes sociales con ella. «¡Madre mía! Nunca me hubiera imaginado esta reacción. Somos plurales y mi responsabilidad es acudir a los medios que me invitan, incluso si es para disentir con ellos. ¡Como si determinadas cosas que se le pueden criticar a la prensa del corazón no estuviesen en la supuesta prensa seria!».
Sobre su imagen física ha alegado que está descubriendo que también es una forma de expresar y de mostrar cómo es una persona, y no solo una «impostura».
«Mi suegra, que es abogada sindicalista, siempre nos explica que tiene la responsabilidad de ir tan bien vestida o más que los abogados de la patronal. Como si ser progresista implicara pasar penurias. Precisamente lo que la izquierda defiende es un reparto más justo».
Su opinión sobre la supuesta infidelidad de Pablo Iglesias
Otro de los temas que han salido a colación durante su entrevista con 'Vanity Fair' han sido los rumores sobre la supuesta infidelidad de Pablo Iglesias, su pareja. «Quien se inventa esas cosas no conoce nuestra vida. Cualquiera que vea nuestra rutina se reiría mucho, como les ocurre a nuestros escoltas y a la gente que trabaja con nosotros».
Por otro lado, ha querido dejar claro que pese a que esté casa con el vicepresidente segundo del Gobierno, no quiere decir que ella actúe por y para él. «Una de las formas de deslegitimar a una mujer es juzgarla a través de sus parejas, sus amigos, sus compañeros de militancia o partido. Lo combato, porque es machismo puro».
«A Pablo es fácil juzgarlo. No solo ha mostrado autoridad como secretario general, sino que ha sido el primer político que ha cogido tres meses un permiso de paternidad para cuidar a dos hijos prematuros mientras su compañera cumplía con sus tareas laborales...».
«Si Pablo no fuera una persona extremadamente sensible, hubiese sido muy difícil transitar en nuestras condiciones los acontecimientos que hemos vivido. No es que me haya apoyado, es que lo hemos sufrido, reído y vivido todo juntos».
«He probado diferentes cosas, claro... En la adolescencia, en mi juventud... Pero siempre me he sentido heterosexual», ha respondido cuando se le ha cuestionado si ha tenido relaciones con mujeres.
Además ha defendido que tiene una familia muy normal, como cualquier otra. «Teníamos ganas de tener una familia. Hacemos juntos todo lo que podemos. Tanto Pablo como yo somos niñeros. Jugamos todos juntos en el suelo del salón».
Y ha dejado claro que una relación abierta no es algo a lo que podría hacerle frente, porque en ese sentido es «conservadora y no lo digo como virtud. Soy consciente de que soy así y no es una de mis prioridades de transformación».