Paz Padilla, la más simpática del famoseo español
Paz Padilla es fea y está encantada de serlo. Una de las presentadoras más famosas de la televisión tiene una cara que realmente es complicada de mirar.
A la vez, es la muestra de que con desparpajo, simpatía y buen corazón, la poca belleza exterior se compensan con ser bella por dentro.
La humorista nació en 1969 y lleva más de 30 años de fama y simpatía desde que debutara en 1989, en la televisión andaluza.
Analizando un poco su cara, lo más prominente de Paz Padilla es su nariz, grande y de corte aguileño. Tampoco sus ojos son el paradigma de la belleza, ni su boca destaca por nada en particular.
El conjunto facial es feo, pero su alegría, buen humor y salero, hacen que Paz sea una mujer atractiva para muchas personas. En Sálvame, espacio que presenta, siempre pone el toque de salero que a veces falta entre tanta discusión y mal rollo.
La naturalidad con que Paz lleva su fealdad le ha servido también para potenciar su faceta de actriz. Papeles como el de la Chusa en La que se avecina, requieren una actriz sin complejos y para el que el físico poco agraciado es determinante.
Paz Padilla ha pasado por el quirófano
A lo largo de los años, Paz Padilla ha pasado por el quirófano para realizarse varios retoques estéticos con el objetivo de mejorar su aspecto. Así pues, algunos expertos apuntan a que se habría realzado los pómulos, retocado dentadura, nariz y ojos.
No obstante, lo ha conseguido de forma bastante natural, sin perder esta fealdad o ‘belleza peculiar’ como dirían algunas que la dio a conocer y sigue siendo su rasgo más característico.
Paz tiene una hija, Anna Ferrer Padilla. Es una conocida influencer con más de 750.000 seguidores en Instagram. Si te fijas bien, realmente comparte muchos rasgos de su madre, pero es mucho más guapa y sin una nariz tan destacable y con ojos y labios más finos y suaves.
Paz Padilla no es guapa, pero es la alegría de la huerta y con su gracia y humor natural compensa no ser la más bella de las fiestas.