Ana Rosa Quintana continúa inmersa en su recuperación. Durante las últimas semanas se la ha visto en algunos programas y actos privados luciendo un buen aspecto. La presentadora está aprovechando para descansar y plantarle cara con todas sus fuerzas al cáncer.
Aunque se ha alejado de manera temporal de su espacio matinal, continúa muy atenta a todo lo que ocurre en él. Lo ha dejado en muy buenas manos. Para reemplazarla confío en sus compañeros Joaquín Prat, Ana Terradillos y Patricia Pardo.
Pese a su ausencia, los datos de audiencia se han resentido poco. Ana Rosa está más que satisfecha con la labor realizada por su equipo. Apenas perdieron un par de puntos en la cuota de share, lo que puede ser una buena cifra.
Sin embargo, la mayor sorpresa se la ha llevado hace unos días. Tanto ella como los espectadores se enteraban de que la cadena había suprimido su programa de la parrilla. En su lugar emitirían uno de los espacios más polémicos de Mediaset.
Sus sustitutos se encargaban de anunciarlo en las redes sociales, para disgusto de muchos. Dicho programa no era otro que Socialité. María Patiño se encargaría de recoger el testigo dejado por el magacín.
Pero que nadie se asuste. Simplemente iban a tener el cometido de darles un descanso a Joaquín Prat y compañía. Se emitieron ediciones tanto el lunes como el miércoles coincidiendo con la festividad en España, que se sumarían a las del fin de semana.
De esta manera el equipo de Ana Rosa Quintana se tomaba un merecido descanso después de un mes de muchas emociones. Además de asimilar la baja de la jefa, también les ha tocado lidiar con la responsabilidad de mantener los datos de audiencia. Y se puede decir que están luchando al máximo para que pase inadvertida la falta de la presentadora.
La supresión de su espacio no fue del agrado de todo el mundo. Sobre todo por la opción que utilizó Telecinco para reemplazarlo.
"Por Dios, con sábado y domingo ya vale, eso no es una buena noticia. Eso es un castigo. ¿No podría ser una peli en su lugar?, se preguntaba un espectador en redes sociales.
Ana Rosa Quintana, uno de los grandes valores de la casa
Advertía que "no me gusta y no lo veré". En su lugar prefería ver Ya es mediodía, que era el otro espacio al que la cadena había decidido conceder un descanso. Se da la casualidad que este formato que presenta Sonsoles Ónega también forma parte de la productora de Ana Rosa Quintana.
Podría entenderse que se trata de un gesto de Mediaset para ir apartando poco a poco a la periodista, pero en realidad no es así. Continúan teniendo una fe ciega en sus producciones, como han dejado claro hace poco. No han dudado en recurrir a ella para cubrir la franja de las 20:00 horas, con Ya son las ocho.
En cualquier caso, la audiencia cada vez tolera peor los cambios de última hora. Pero tampoco asume bien que utilicen Socialité como comodín en las jornadas festivas. El formato del programa resulta muy poco convincente para los espectadores.
Aunque arrancó con fuerza y consiguió captar un público muy numeroso, con el tiempo ha ido perdiendo fuerza. En muchas ocasiones la gente se sintió engañada por el trato que recibían. Sobre todo cuando anunciaban exclusivas que cebaban durante todo el programa y que finalmente no daban.
La forma de ser de María Patiño tampoco acaba de convencer a algunos. Dista bastante de Ana Rosa, que tiene un público más fiel y agradecido. No hay que olvidar que ya son casi 20 temporadas en las mañanas de Telecinco, con unos datos más que positivos.