Lola Flores, con los labios rojos y unos pendientes largos, primer plano

Lola Flores y su 'problemilla' con Hacienda

La Faraona sufrió un varapalo económico que casi la deja en la ruina

Lola Flores pedía "una peseta" para ayudarla con sus deudas

Lola Flores sonriente
Lola Flores, una artista en todos los sentidos | GTRES
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Lo de Lola Flores con Hacienda fue en su momento un asunto de interés nacional. Convertida ya en una de las artistas más famosas de todos los tiempos en España, Hacienda ponía el foco en 'La Faraona'.

Tras años de cierto descontrol y poco rigor a la hora de declarar los ingresos artísticos, Hacienda reclamaba en 1987 a Lola Flores, 50 millones de pesetas (300.000 euros) por fraude fiscal.

Lola Flores recibía el duro varapalo con una rueda de prensa en la que defendió su honor e inocencia asegurando que no era una delincuente. No obstante, Fiscalía aseguraba que no había presentado declaración de por lo menos, los 5 años anteriores.

Lola Flores trabajó desde bien pequeña y logró amasar una fortuna que incluía dinero en efectivo, joyas y alguna propiedad. También es cierto que era ella la que tiraba del carro de toda su familia y que cuidó de su marido enfermo hasta el fin de sus días.

Multa millonaria y petición de cárcel para Lola Flores

Lola Flores, primer plano de perfil
Lola Flores, 'La Faraona' | GTRES

Quizá es por esto y por la gracia y salero de la artista que España sintió auténtica compasión por ella, ante las demandas de Hacienda. Ella lo atribuía a un fallo e incluso propuso ir a la televisión "a pedir dinero a los españoles". Es de esta época la mítica frase "si una peseta diera cada español".

También había quien la criticó duramente, pues Lola tenía fama de derrochar bastante y se la había visto en casinos y fiestas de todo tipo sin reparar en gastos. Eran otros tiempos, sin duda.

Estamos convencidos de que más de uno y de dos, la hubiesen ayudado porque cada vez que salía en televisión, la audiencia enloquecía de admiración. En cualquier caso, Lola fue procesada, se sentó en el banquillo y finalmente aceptó una multa de 28 millones de pesetas. A cambio de aquel pago, se libraba de entrar en la cárcel.