Aramís Fuster, la bruja que no adivinó su pésimo futuro
Aramís Fuster se jacta de ser la máxima autoridad mundial en materia de ocultismo. No obstante, no supo predecir lo mal que acabaría su vida, tras años de éxito y fama en televisión.
O si lo vio, hizo como que la cosa no iba con ella.
Aramís Fuster nació el último día de 1950 por lo que ya sobrepasa los 70 años. Tras años de popularidad por su faceta como pitonisa y show-woman televisiva, la vidente lleva ya años luchando por sobrevivir, tal como cuenta periódicamente en televisión.
Aramís tiene una pésima relación con su familia. No se habla con ninguno de sus hijos. No quieren saber nada de ella desde hace 20 años.
Ellos afirman que es la excentricidad de la vidente lo que hace que sea imposible mantener una relación normal con ella.
Por otro lado, Aramís vivía muy pendiente de su madre, que falleció en 2011. Desde entonces, su vida es errática y a pesar de que participó en Gran Hermano VIP y que de vez en cuando colabora en Telecinco, los problemas económicos no cesan.
Aramís Fuster, una millonaria que lo ha perdido todo
Su hermana lo decía claramente hace unos años en Sálvame, "Aramís ha sido multimillonaria, pero no ha sabido gestionarse bien. Se ha arruinado ella y nos ha arruinado a todos".
Además añadía que "no es una buena persona, es fría, calculadora y no lleva bien el ver que ya está de capa caída".
De hecho, el dinero que cobró por su participación en Gran Hermano VIP, se lo llevó todo Hacienda para cobrar deudas acumuladas.
Aramís ha ido contando en televisión que no tenía ni un mendrugo de pan para comer. Además ha aparecido terriblemente desmejorada en televisión, simulando mareos y desmayos que luego se han demostrado falsos.
Lo que sí parece cierto es el coma diabético que sufrió hace un año y del que la tuvo que rescatar un amigo. Sea como sea, la vidente está en horas muy bajas y no levanta cabeza.