Rocío Flores tiene muy claro que hay ciertas cosas por las que no está dispuesta a pasar, y una de ellas es que le saquen constantemente el tema de su madre. La joven ya ha declarado por activa y por pasiva que ella solo viene a los platós a pronunciarse sobre el paso de Olga Moreno por Honduras.
Justo por eso, le molesta que constantemente le pregunten sobre su vida privada y el conflicto familiar, ya que le ponen en un auténtico compromiso. Y coincidiendo con el estreno de Rocío Carrasco como defensora de la audiencia enSálvame, la joven ha vuelto a plantear sus exigencias.
Si en algo coinciden madre e hija, es que ahora que ambas trabajan en Mediaset, quieren evitar a toda costa un incómodo encontronazo por los pasillos. Por eso cuentan con la ayuda de la propia cadena, que ha llevado a cabo una elaborada estrategia con la que controlan sus entradas y salidas.
Sin embargo, eso parece no ser suficiente, ya que la situación parece haber superado a la hija de Antonio David, quien no aguanta que le pongan más imágenes de su madre.
"Durante los 12 episodios que tuvo la docuserie de Rocío Carrasco ella no quiso hablar. Ahora, tampoco quiere estar presente durante los vídeos que emitiremos de su regreso al plató de Sálvame", informaba Joaquín Prat.
Rocío Flores pone en un serio aprieto a Telecinco
De esa forma, la joven optaba por abandonar su puesto como colaboradora antes de tiempo. Una condición que le habría impuesto a los directores para seguir trabajando.
Rocío no ha querido decir adiós de manera definitiva a esa gran oportunidad laboral. Desde que hace unos meses se estrenara en El programa de Ana Rosa, Ro ha presumido de mantener una gran relación con sus compañeros de trabajo.
Pero eso no implica que esté dispuesta a soportar ciertas situaciones. Aunque, eso sí, ha manifestado nuevamente su intención de querer hablar con su progenitora y poner fin a la guerra.
Esta no es la primera vez que la nieta de 'la más grande' saca a relucir su carácter, y de hecho ya se ha encargado de vetar a varios colaboradores. Entre ellos Jorge Javier Vázquez, con el que no ha vuelto a coincidir en plató, o Belén Rodríguez, que denuncia no haber vuelto a trabajar por su culpa.
En el pasado, el presentador de Sálvame y Rocío Flores tuvieron muy buena relación. De hecho, él la acompañó durante su debut televisivo en GH Vip y siempre la ha tratado con mucho cariño.
Sin embargo, desde la emisión del documental de Rocío Carrasco su relación se ha deteriorado muchísimo.
Aunque Jorge Javier se lo ha tomado con humor en todo momento: "¿Viene mañana?", preguntaba a la dirección del programa al comienzo de Supervivientes. “Pues entonces yo no", bromeaba.
"Si viene ella, entonces no venimos ni tú, ni yo", le decía entre risas a Belén Ro. "Yo a la niña todavía no la he gozado desde que empezó Supervivientes, a ver si se pasa un sábado... ¡Uy un sábado! Bueno sí, al Deluxe".
Y no perdía oportunidad para reprocharle a Rocío que le parecía muy grave "que una colaboradora que se gana la vida con los realities, la desconvoquen de la noche a la mañana por mero capricho".
El enfrentamiento entre la tertuliana y la hija de Carrasco no ha hecho más que empeorar a lo largo de las últimas semanas. Rocío llegaba incluso a exigir el despido de Belén en un arrebato.
"Desde que Rocío Flores pidió mi despido, no he vuelto a Supervivientes", lamentaba la tertuliana.
Al parecer, la joven hace y deshace a su antojo, y ese no es el único trato de favor que ha recibido.
"Va con su representante, es a la única a la que dejan ir con representante, en Telecinco solo hay un representante por allí, el de la niña de 25 años".