Esther, participante de ‘First Dates’, sorprendió a propios y extraños en el programa del miércoles 3 de junio. La dependienta alicantina aseguró a su llegada al dating que tiene un ritual muy original: «Yo no rezo. No hay Dios, no hay Buda, no hay nada porque mi religión es Tinder», confesaba la mujer.
Si algo ha dejado atónitos a los seguidores del dating es la edad de Esther, que aparentaba más de los 32 años que incluía el programa en su grafismo junto a la descripción de «liberal y confiada».
Siguiendo con sus preferencias vitales, Esther afirmó que «yo no rezo, yo abro la aplicación porque me ofrece un mundo muy grande de personas de diferentes culturas, sexualidades… una opción muy bonita y muy variada», afirmó la dependienta en un total grabado para el programa antes de conocer a la persona con la que cenaría esa noche.
«Me he puesto a hablar del tema sexo, me he venido arriba»
Al final, Esther conoció a Carlos, un chapista barcelonés muy simpático con el que charló de numerosos temas: «Soy una persona poliamorosa, llevo cuatro años con mi pareja y he venido al programa a buscar más tipos de relaciones», aseguraba el concursante.
En la recta final de la cena, Esther sorprendió a Carlos al utilizar su vibrador tras hablar con Jair, un amigo suyo que también estaba en ‘First Dates’: «Me he puesto a hablar del tema sexo, me he venido arriba, me he excitado, me ha hecho tilín y le he comentado a mi amigo que me lo traiga», sentenció.
«Estoy sudando muy peligrosamente», confesó Esther
Al irse la alicantina al baño, Jair se acercó hasta la mesa y le dio al chico el mando de dicho juguete para que disfrutasen del momento. «Así es como me gusta. Estoy sudando muy peligrosamente», dijo Esther mientras Carlos jugaba con las diferentes opciones del aparato.
En cuanto a 'La decisión final', los dos concursantes se mostraron muy abiertos a tener una segunda cita con el otro. «Me ha caído muy bien. Me ha gustado mucho su manera de ser y ver las cosas», explicó Carlos sobre su compañera de cita.