Esther, concursante de 'First Dates'

La concursante que ha revolucionado 'First Dates': 'soy poliamorosa'

El momentazo picante de una comensal de 'First dates', que ni el propio Carlos Sobera podría haberse imaginado, sorprende a su cita de esa noche

Esther, concursante de 'First Dates'
Esther protagonizó un sorprendente momento en 'First Dates' al utilizar su vibrador | Cuatro

 

El plató de ‘First Dates’ acoge en cada programa a personas muy diversas de la sociedad. Participantes y comensales son a cada cual más distinto y llamativo, con creencias y costumbres totalmente dispares entre sí.

Esther, una feliz dependienta alicantina que cuenta con 32 años de edad, es un claro ejemplo de ello. Para la participante las plataformas sociales de citas es su principal devoción.

«Mi genial religión es Tinder», decía la joven participante en los increíbles totales previos a la cena que le aguardaba felizmente esa noche con una persona desconocida.

Esther asegura que esta aplicación de citas le ofrece un amplio repertorio de «personas de diferentes culturas, sexualidades,...».  En definitiva, un mundo variado y con mucha riqueza por descubrir y de la que aprender.

La treintañera conoció a un joven chapista natural de Barcelona, Carlos, en su paso por el programa de Cuatro. Mientras cenaban, el buen ‘feeling’ comenzó a palparse en el aire al descubrir que ambos eran personas muy abiertas y compatibles de mente.

El barcelonés se definió a sí mismo como «una persona poliamorosa, llevo cuatro años con mi pareja y he venido al programa a buscar más tipos de relaciones», decía Carlos. Sin duda, esto cautivó la atención de su cita.

 

La guinda del pastel

El gran momentazo de la noche fue protagonizado por Esther. La presencia de las cámaras careció de relevancia ante el deseo sexual de la joven y sus ganas de satisfacer lo que le pedía el cuerpo.

La alicantina es toda una caja de sorpresas y así lo sintió Carlos. Esther dejo ir toda su imaginación a la hora de juguetear con un vibrador tras hablar de relaciones sexuales con su amigo Jair que también estaba presente en el programa.

«Me he puesto a hablar del tema sexo, me he venido arriba, me he excitado, me ha hecho tilín y le he comentado felizmente a mi amigo que me lo traiga», manifestaba la dependienta con gran alegría.

Un escape de la cita de Jair al baño propició el momento idóneo para que el chico le acercara a Carlos el mando del vibrador. El de Barcelona, ni corto ni perezoso, no dudó ni un instante en juguetear con las velocidades del aparato.

«Así es como me gusta. Estoy sudando muy peligrosamente», confirmaba Esther a su pareja de esa noche.

El final de esta acalorada cita, en ‘La decisión final’,  se saldó con ganas de más. La buena respuesta de ambos conllevó a una feliz segunda cita. «Me ha caído muy bien. Me ha gustado mucho su manera de ser y ver las cosas», confesaba Carlos.