Las cosas para Carlos Baute se ponen difíciles. Aunque se encuentra en una nube al lado de su esposa, la venezolana Astrid Klisans, y los hijos fruto del matrimonio, el mundo de rosa para el cantante se tambalea.
El estrellato del venezolano en el mundo de la música y los ceros en su cuenta son codiciosos para el hijo ‘repudiado’ del venezolano.
José Daniel Arellán comenzó una ardua batalla en los tribunales en el 2014 exigiendo que su padre le reconociera como hijo. Sin embargo, el joven que ya cuenta con 31 años de edad no se ha conformado con que una sentencia judicial le concediera la razón en cuanto a que es el hijo biológico de Carlos Baute.
El primogénito del famoso consideró que su padre debía de entregarle una cantidad mensual de 900 euros en concepto de pensión alimenticia. En su defensa alegó que no contaba con los ingresos suficientes para subsistir. Tampoco los de su madre biológica, Zerima Nallera, eran bastantes para tener lo que él llama «una vida digna».
Por otro lado, para el hijo legítimo de Baute había sido una carga muy pesada tener que luchar por el reconocimiento y el amor paterno, y a la vez tener que lidiar con los reiterados rechazos de su padre; al mismo tiempo que observaba por las redes sociales los agasajos de Baute a sus hijos con su actual esposa.
La demanda incluía un apartado en el que se manifestaba que el cantante se eximía de sus obligaciones como progenitor. El 'hijo secreto' hasta entonces, motivado por los desprecios del Baute hacia su persona y las secuelas morales que esto le causaba ←según él←, solicitó en dicha sentencia una cantidad de 90.000 euros por «daños y perjuicios».
En total sumaban por aquel entonces 144.000 euros. El juez del caso desestimó semejante petición dos años después. Cuando parece que las aguas se calman, Arellán vuelve a cargar contra Baute y se presenta de nuevo en los juzgados.
Baute acorralado
A Carlos Baute le espera un año complicado en los juzgados. La nueva demanda del hijo biológico de este solicita una pensión mensual de 1.400 euros.
El alegato Arellán se sujeta en el artículo 143 del Código Civil. Amparado por dicho artículo, denuncia que se encuentra en una «situación de necesidad» debido a que no cuenta con «los medios económicos suficientes para subsistir de manera digna».
El abogado del hijo del cantante, Fernando Osuna, defiende que «esta demanda es distinta a los daños morales en su día pedidos. La demanda se basa en abuso de derecho por parte de su padre. La pensión de alimentos es una obligación de los padres».
Para Osuna, Baute ha incurrido en falta por no ejercer como padre. En palabras del abogado, el cantante no ha querido «atenderlo en ningún momento ni afectuosamente ni ha querido tampoco conocer y/o hacerse cargo de sus posibles necesidades vitales».
A mayores del ‘sueldo mensual’, el primogénito ha retomado la demanda por daños y perjuicios a pesar de ya se le había negado en su momento.A día de hoy, el venezolano y su abogado consideran que la falta de Baute debe pagarse con una cuantía de 20.000 euros. El alegato esta vez se centra en que «el cantante le ha causado graves padecimientos psíquicos por su actitud omisiva y negando su paternidad, se negó a facilitar las pruebas de paternidad, lo que sumió al hijo en una situación de gran angustia e impotencia».
A lo que Osuna añade que los actos cometidos por Baute en repudio de su hijo constituyen «una situación de humillación y decepción constante para el hijo biológico las numerosas publicaciones en redes sociales de su padre con sus otros hijos, mostrando afección y buena relación paternal, lo cual nunca ha demostrado, ni ha intentado tener con el hijo biológico, incluso después de reconocida su paternidad judicialmente».
Por el momento, el cantante solo puede preparar una buena defensa si quiere salir airoso de esta demanda. El juez le ha concedido 10 días, según el letrado, para prepararla.