'The New York Times' ha publicado este domingo como están viviendo diversas familias españolas en confinamiento con sus hijos. Sin duda, la noticia ha corrido como la pólvora por el otro lado del mundo.
El conocido periódico omitía las declaraciones de los entrevistados y optaba por publicar únicamente las imágenes, concretamente una muy polémica que ya ha dado la vuelta al mundo.
En dicha imagen aparecía una familia de origen árabe sentados en el sofá de su casa. Además, se veía como los más pequeños de la casa dibujaban en un cuaderno con una bandera del FC Barcelona. Fueron justamente estes hechos los que han avivado la polémica, ya que muchos consideraban que esta no era la imagen más representativa de España.
Ul autor de la fotografía, Samuel Aranda, que ha sido entrevistado por 'Espejo Público', intentaba defender la fotografía asegurando que «En EEUU cuando se publican reportajes de historias de gente afroamericana en el Bronx, de blancos en San Francisco o de indios en Seattle, nadie se pregunta el origen racial, étnico o de donde vienen originariamente».
El fotógrafo también añadía que el periódico estadounidense también había entrevistado a muchos argelinos que vivían en Francia y que no era algo que habían hecho exclusivamente con España.
«No recibí ningún correo de gente quejándose de que estas personas no fueran francesas. Quizá podríamos reconducir más la conversación el por qué nos cuesta tanto aceptar a una persona que lleva 17 años aquí (en España), tiene su residencia aquí, sus hijos han nacido aquí. Para mí son españoles a todos los efectos», sentenciaba.
Susanna Griso, visiblemente contraria a la opinión de Aranda, defendía la postura de aquellos que no veían con buenos ojos que la fotografía de la familia árabe, residente en Cataluña, sirviese como representación de España. «No creo que nadie les considere más o menos españoles, pero en Estados Unidos mucha gente se cree que en España no tenemos lavadoras y que la imagen que se proyecte de España sea esta casa choca un poco con nuestros fantasmas, ese miedo de ser exportados como un país de tercera», aseguraba
Sin embargo, el fotógrafo afirmaba que todas las familias españolas tenían un punto en común con la familia Rohman. «Solo hay que pasear por algunos barrios», para más tarde añadir que los protagonistas de la imagen estaban aportando «muchísimo a la sociedad y no hay que tener miedo en aceptarlas, para mí a todos los efectos son de aquí. Lo que queremos proyectar hacia el exterior es un trabajo más del Gobierno».