El covid continúa dejando historias desoladoras a lo largo y ancho del país. Hay quienes lograron superar con éxito la enfermedad. Pero para otros, los vestigios del virus en su grado más agresivo persisten aún después de haber superado la infección.
Fatiga, dificultad para respirar, cefalea, dolor articular o tos son algunos de los síntomas del covid persistente. Famosas como la actriz Bárbara Rey o la soprano Ainhoa Arteta conocen bien cómo es convivir con ellos.
Los científicos ya vaticinaron que las secuelas de esta enfermedad podrían suponer un auténtico infierno para los pacientes con covid persistente. En el caso de la vedette, el paso de la enfermedad por su organismo se manifiesta a día de hoy en forma de dermatitis.
Según ha relatado su hija, Sofía Cristo, la artista está débil. Además se encuentra muy cansada desde que se contagió. Con el paso del tiempo, los síntomas del covid persistente no disminuyen.
Una famosa no puede caminar a causa del covid
Otro claro ejemplo del calvario que supone luchar contra las secuelas se revive en la historia de la famosa Ainhoa Arteta. La cantante lírica no puede caminar desde que salió del hospital a causa de su ingreso por covid.
En palabras de Arteta, por culpa del covid "se me han inflamado las venas de dentro de las rótulas de los huesos". La cantante de 56 años le ganó la guerra al covid a principios de año después de estar internada en la UCI en estado crítico.
Sin embargo, el virus ha dejado huella en su cuerpo y no puede caminar por sí misma. Aunque sus palabras son esperanzadoras.
"Estoy andando con ayuda de una muleta y me apoyó cada vez mejor. Que no cunda el pánico, estoy bien", tranquilizó a sus fans.
También hay víctimas del virus que tosen cada dos minutos. Según los expertos, esto se debe a un error sistemático del propio cerebro motivado por el covid. En definitiva, una secuela más del coronavirus que dificulta a la persona continuar con una vida normal.
En el programa de Telecinco, Ya es mediodía, salió a la palestra un caso curioso de otro paciente más con covid persistente. Según relataron, se trata de una mujer que siempre mantenía en práctica el intelecto. Eugenia ya está recuperada de la enfermedad, pero no logra leer un libro.
Un sanitario se hace famoso por las secuelas del covid persistente
Las famosas Bárbara Rey o Ainhoa Arteta, entre otros rostros conocidos, no son las únicas personas que tienen que luchar contra los recuerdos del covid en su organismo.
El pasado año, los medios se hicieron eco del caso de un sanitario que puso la piel de gallina a todos quienes le escucharon. Marc Gil fue uno de los guerreros que ayudaron a los enfermos de Covid cuando la pandemia sanitaria estalló en España.
El joven de 34 años se contagió. Su estado fue muy grave. Permaneció 2 meses en la UCI y otro a mayores en planta para seguir su evolución.
Cuando logró salir del hospital, quiso que su historia fuera escuchada y tomada como referencia para no perderle el miedo al virus. Era (y es) peligroso. "Para los jóvenes que piensan que no es para ellos: no es así, también lo cogemos", afirmó tajante.
Durante su hospitalización, Marc Gil sufrió "un trombo embolismo pulmonar y dos paros cardíacos". Pero no quedó ahí. Fuera de peligro, Marc debe luchar contra las secuelas en su organismo del covid persistente.
El joven sanitario padece un año después de contagiarse, dificultad para hablar y problemas de movilidad. "Me he quedado con graves secuelas. Una es el habla, por los paros cardiacos", confesó.
Además, el enfermero añadió que ha perdido el 70% de "capacidad pulmonar. No puedo dardos pasos y ya me ahogo", relató en el programa de Ya es mediodía.
"Tampoco puedo asearme solo. No me puedo vestir ni hacer la comida. Siempre tengo que depender de alguien", añadió.
El covid persistente es una de las caras más duras de la realidad que ha dejado a su paso el virus. Marc Gil, Bárbara Rey o Ainhoa Arteta son solo algunos ejemplos de quienes sufren las secuelas del virus.