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Rocío Vidal ha pedido en su vídeo que: «Por favor, cuando hablemos de ciencia intentemos que tengan cierta base los conocimientos»

Concepción Lillo Delgado, investigadora adscrita al INCYL (Instituto de Neurociencias de Castilla y León) y miembro del Departamento de Biología Celular y Patología de la Universidad de Salamanca, mostró en las redes sociales su indignación ante el monólogo  que Pablo Motos ofreció en ‘El Hormiguero’ sobre el cerebro  y sus funciones.

Según ha manifestado: «Lo que está contando Pablo Motos sobre los hemisferios es mentira. Tu hemisferio derecho no 'siente tu energía' ni tus hemisferios tienen una 'personalidad diferente'. ¿Quién es este señor para querer dar lecciones de neurociencias sin tener ni pajolera idea? ¿Cómo permiten que diga esta cantidad de sinsentidos  seguidos en prime time?».

Una semana después ha sido Rocío Vidal, mediante un vídeo  en YouTube, la que hablado sobre el monólogo de Motos. La periodista y divulgadora científica cuyo canal tiene por nombre ‘La gata de Schrödinger’, aseguraba que el monólogo «tiene joyas inigualables», para después empezar a desmontar los datos dados en él.

«La idea de cada hemisferio del cerebro piensa de forma distinta y tiene una personalidad distinta está refutado por la ciencia desde hace bastante tiempo. Lo de las personalidades y los hemisferios no se ha podido demostrar científicamente», manifestaba Vidal. 

«Utilizamos los dos hemisferios por igual, sea cual sea nuestra personalidad o nuestro tipo de actitud ante la vida», reprochaba Rocío. Y es que según un estudio  de la Universidad de Utah, que estudió el cerebro de 1.000 participantes del proyecto, no estaría relacionada la personalidad de una persona con el tipo de utilización de un hemisferio u otro.

Añadía que muchas de las cosas que ha dicho Pablo Motos sobre el cerebro «rozan lo absurdo». Ya hace algún tiempo, Rocío Vidal afirmaba en una entrevista llevada a cabo por Gabriel Rufián que hacía tiempo que no veía el programa.

«Me sorprende que hable con tanta categorización de las personalidades de cada cerebro. Para empezar, lo de presente, pasado y futuro son conceptos muy abstractos», afirmaba la 'youtuber' .

Los argumentos de las especialistas contra el monólogo

Según Concepción Lillo: «Es cierto que hay algunas funciones que están regionalizadas y se realizan en áreas concretas del cerebro: el procesamiento del habla, el lenguaje escrito, la habilidad numérica...[...]Como se sabía que había regiones que realizaban funciones concretas y se explicaba así con la idea de que todo el mundo lo entendiera, digamos que creció la idea de que nuestro cerebro está muy especializado y que cada una de las funciones se realiza en áreas concretas, muy estancas, y que de ahí no se podían mover. Esto se exageró mucho. Con el paso del tiempo, los estudios y las herramientas que utilizamos ahora, como por ejemplo la resonancia magnética, se puede observar cómo funciona nuestro cerebro de forma completa. Y nuestro cerebro  está completamente interconectado y funciona como un todo».

Para Concepción: «El discurso de Jill Bolte Taylor —a quien cita Motos— ha tenido mucho éxito porque es muy emotivo y deja abierta la puerta de que podemos controlar nuestro cerebro a nuestro antojo y que podemos cambiar de un hemisferio a otro. Pero esto sabemos que es un mito. Ojalá pudiéramos decidir qué hacemos en cada momento, cómo cambiar los sentimientos, las sensaciones o apagar, por ejemplo, una enfermedad. Se trata de una charla de 2008 por la que se le criticó mucho entonces y todavía hoy». 

Lillo asegura que «El rigor científico brilla por su ausencia. Pablo Motos trasladó completamente al programa esta charla de Jill como algo creíble y haciendo esto sigue alimentando el mito de algo que ya está refutado por la ciencia».

«Claro que hay funciones determinadas más para un hemisferio que otro y eso es así», manifestaba Vidal, «pero que podamos manejar nuestros hemisferios a nuestro antojo con base en nuestra personalidad no tiene ninguna base», añadía.

Y acababa el vídeo pidiendo responsabilidad: «Por favor, cuando hablemos de ciencia intentemos que tengan cierta base los conocimientos  que estamos ofreciendo a un público inmenso al que la mayoría de divulgadores científicos no vamos a poder acceder».