La actual edición de Supervivientes se va acercando poco a poco a su fin. De hecho, el concursante que gane la prueba de líder de esta semana se ganará de momento una plaza en la final del programa. Pero antes de todo ello, Lara Álvarez sigue sometiendo a todos los concursantes al puente de las emociones.
Un puente que se sostiene sobre los mares caribeños y que hace a los concursantes recorrer su pasado para dar a conocer su vida pasada. Que casualmente siempre esconde episodios oscuros y con mucha pena interiorizada. Hoy ha sido el turno de Tom Brusse y de Lola.
El primero ha sorprendido más bien poco porque ha venido a confirmar las infidelidades que ha realizado a sus parejas sistemáticamente. Eso si, lo ha hecho entre lágrimas y dando a entender que está arrepentido. Pero algo nos hace creer que es lo de siempre y para siempre.
Sin embargo, Lola ha logrado conmover a la audiencia contando un episodio pasado y que en parte todos hemos vivido sin saberlo. La joven ha contado que su paso por La isla de las tentaciones fue especialmente duro. Sobre todo cuando volvió de la grabación y se emitió por Telecinco.
Ha contado que se fue al reality sintiéndose muy poco valorada y por eso vivió de más la experiencia. Sin saber que eso hizo daño al que era su pareja y también a toda su familia. Tanto es así, que Lola ha contado que las redes sociales fueron especialmente con ella y la llevaron a pensar lo peor.
Haciéndola sentirse la culpable de una vida que ya no quería vivir y que la llevó a tomar una importante decisión. Esta no fue otra que someterse a terapia a espalda de su familia para que no sufriesen y lo pasaran mal por ella. Ha contado también que le recetaron ansiolíticos, pero ella descartó tomarlos porque quería recuperarse a través de un trabajo mental muy profundo.
Lola ha contado que después de todo habló con el que era su novio y con el que participo en La isla de las tentaciones. Este parece que le perdonó todo y que las cosas con él ya están bien. Sin embargo, no todo el discurso de la joven ha sido comprado por la audiencia.
La superviviente se ha querido acordar de su actual novio y ha dicho que también tiene mucho por agradecerle. De este ha dicho que la ha ayudado a recomponerse de su caída a lo más hondo. Para ello ha querido comparar su recuperación mediática con la salida de un cáncer.
Algo que ha alarmado e indignado a los espectadores que no daban crédito a lo que estaban viendo. Parece que ella no se ha dado cuenta de que se ha colado. Seguramente llevada por los nervios y las emociones que se le han cruzado a lo largo de su paso por el puente.
No se considera buena hija
Pero el salto a la fama de Lola no ha sido lo único que le ha herido la moral a la superviviente. Ella misma ha contado que tuvo una juventud muy complicada y que no fue todo lo familiar que se esperaba de ella. Ha admitido que cuando su madre sufrió un cáncer ella no estuvo a su lado y que en lugar de acompañarla a quimioterapia.
Se iba de fiesta y en busca de chicos. Además, ha admitido que en un momento dado coqueteo con algún tipo de drogas. Algo que agravó aún más el desapego familiar que sufrió durante años. Ahora, dice que luchará por estar más unida a los suyos.