Esta misma mañana ‘El Programa de Ana Rosa’ ha desvelado, en exclusiva, la declaración que Nacho Vidal prestó ante la Guardia Civil cinco horas después del ritual del sapo Bufo, que dio lugar al sospechoso fallecimiento de José Luis Abad.
En estas declaraciones, Nacho Vidal asentía: «José Luis comenzó a consumir una sustancia de medicina ancestral que se fuma. Nada más darle la primera calada, se desploma y le sujeta».
El actor añadía también que todo sucedió muy rápido y comentaba: «Se quedó tenso, con las extremidades agarrotadas y empezó a ponerse azul, así que empecé a hacerle el boca a boca y le eché agua en la nariz con una jarra de plástico». A pesar del trágico final, Vidal insistía en su rápida actuación. ar, pero a continuación volvió a no hacerlo y llamamos al 112».
Las investigaciones apuntan a que Nacho Vidal siguió con el ritual mientras José Luis Abad se intoxicaba y moría asfixiado
En cambio, de acuerdo con las investigaciones, la actuación de los presentes no habría sido tan rápida como confesaban los sospechosos. Según las autoridades, Nacho Vidal mientras estaba viendo las convulsiones y el sufrimiento de José Luis, él seguía con normalidad el ritual que había iniciado minutos antes y es al final, cuando José Luis ya había fallecido, cuando hace una especie de movimiento en su pecho.
Lo cierto es que cuando los sanitarios llegan a la casa donde se celebraba el ritual, se encuentran a la víctima en parada cardiorrespiratoria. En el momento que estos le preguntan al actor por la sustancia que había consumido el fotógrafo, les cuenta que se trata de veneno de sapo Bufo Alvarius DMT, y que lo hizo con una pipa de cristal.
Asimismo, según se ha confirmado en este reportaje en 'El Programa de Ana Rosa', tanto Nacho Vidal como las otras dos personas que asistieron a este momento, declaraban que había sido la víctima quién llevaba la sustancia. Se ha apuntado a que las grabaciones de la casa podrían revelar lo contrario.
Se tomaron declaraciones a Nacho Vidal, a su prima y a un amigo, declaraciones que se hicieron cinco horas después del ritual. Todas ellas contradictorias y sin aclarar lo sucedido. Se les acusa como supuestos autores de un delito de homicidio, tráfico de sustancias y omisión de auxilio.