Durante las últimas semanas se rumoreaba que Rocío Flores pudiese haber fichado por Ya son las ocho. De hecho, parecía que las negociaciones estaban muy avanzadas, habiendo impuesto la joven sus propias exigencias en el programa.
Así, diversas fuentes apuntaban a que "el contrato se había firmado hace unas semanas y el programa ya se encontraba cuadrando fecha para debutar, que podría producirse lo antes posible".
Y aunque a última hora parecía que algo había salido mal y el fichaje no llegaba a buen puerto, todo indica que veremos a Rocío en el programa de Sonsoles Ónega.
De lo que no cabe duda, es de que a la joven no le faltan frentes abiertos con los que lidiar.
Empezando por la ruptura con su pareja, Manuel Bedmar o la mudanza de Antonio David a la casa de Marta Riesco.
Lo que estaba claro, es que su participación en el programa de Sonsoles Ónega dependería "de los contenidos y de lo que marque la actualidad en ese momento".
Lo que suponía un gran paso para Rocío Flores, que lleva más de un año trabajando como colaboradora en El Programa de Ana Rosa.
Poco a poco empieza a sentir que sus compañeros le han dado la espalda. Sobre todo, porque la joven se niega a pronunciarse sobre su vida personal, algo que muchos no entienden.
Rocío Flores prefiere mantenerse al margen y no mojarse con nada, ni siquiera en aquellos temas que le afectan de manera directa. Motivo por el que ya ha recibido varios toques de atención en el programa.
Justo por eso habría tomado la determinación de cambiar de aires y pasarse a Ya son las ocho, donde compartiría plató con su tía Gloria Camila o Rosa Benito.
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Sin embargo, eso también implicaría coincidir con la novia de su padre, Marta Riesco, algo que puede que no le hiciera tanta gracia.
Eso, a pesar de que la reportera está haciendo todo lo posible por recuperar de nuevo su confianza.
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"Creo que lo mejor es que pase el tiempo, el tiempo pondrá a todo el mundo en su sitio, las cosas no hay que forzarlas", apuntaba Riesco hace poco.
"Yo pienso de ellas cosas maravillas. Ojalá todo el mundo reme a favor. El amor nunca es algo malo".
A partir de ahora, les tocará verse las caras más a menudo, ya que la colaboradora ocupará más minutos en pantalla.
Parece que la hija de Antonio David al fin se ha quedado conforme con el caché que se le ofrecía. Y puede que por fin se anime a hablar sobre su vida privada, tal y como pudimos comprobar tras salir a la luz su ruptura con Manuel Bedmar.
"Jamás he cruzado el límite de comercializar con mi relación ni hablar de mi vida privada", argumentaba.
"Manuel es una persona anónima, no forma parte del medio. Yo soy personaje público pero nunca he cruzado el límite de comercializar con mi relación ni hablar absolutamente nada de mi intimidad".
Así, dejaba bien clarito que "no iba a entrar a confirmar y desmentir la ruptura". Y que iba a "seguir haciendo vida normal".
Algo que le echaba en cara Joaquín Prat: "Rocío se sentó aquí, yo le pregunté y no contestó a nada, cero patatero".
"Puedes contestar 'pues mira, estamos reflexionando, llevamos seis años juntos y reflexionamos si vamos a seguir, si tiene continuidad, me ha molestado que hayan salido estas chicas y Manuel me lo niega...", señalaba el presentador bastante molesto.
Pero, a pesar de que se desconocen los detalles sobre esta 'no ruptura', todo indica que Olga Moreno estaría intermediando para que la pareja arregle sus diferencias.
"Olga les está haciendo compañía como siempre… Rocío y Manuel siguen haciendo su vida tal cual", explicaba. "Hasta dónde yo sé, la cosa va navegando con vistas al horizonte y al puerto".