Dakota Tárraga se convirtió en una de las participantes más polémicas e inolvidables de Hermano Mayor.
Y ya no solo durante su paso por el programa, sino también después. La llegada de Pedro García Aguado a su vida supuso un gran cambio para ella, ya que aprendió a moderar su fuerte carácter e incluso reconciliarse consigo misma.
"Él fue una pieza fundamental para darme cuenta de la mierda de vida que llevaba", comentaba recientemente la joven.
De hecho, parece que la relación entre Dakota y el exwaterpolista es bastante buena. "Forma parte de mi familia y, si me caso, irá", asegura.
Todo, después de la polémica que se generaba hace un tiempo y en la que Tárraga arremetía con dureza contra el programa, destapando alguno de sus sucias estrategias. Por ejemplo, colarle droga y alcohol para que perdiese el control y así obtener buen contenido para el programa.
"Vamos a ver, vamos a ver, control. A mí, cuando me llegó El hermano mayor, mi gran problema era el consumo. Me dieron de consumir para ver cómo era mi actitud verdadera", explicaba.
"Quiero decir y que quede claro, que a mí los dos primeros días me pagaron la bebida", señalaba dando a entender el trato al que llegaba con el programa.
"Consumo no quiere decir éxtasis y demás, no. Mi problema era el alcohol. Me lo pagaron para ver mi actitud, eso quiero decir", proseguía en un relato que dejaba a todos impactados.
"Parece que estoy enfadada, pero no. Con lo cual, si yo tenía un problema con el alcohol, pues vieron mi reacción con el alcohol. Otros tenían problemas de obesidad y les pagaban la comida", manifestaba.
La polémica generada en torno a Hermano Mayor
Pedro García Aguado entendía muy bien a los jóvenes con los que trabajaba, ya que el también había pasado por un período muy turbio y oscuro en su vida.
"Con 14 años empecé a consumir, la típica broma de los porros y el alcohol, pero llegó un momento en el que ya no me afectaba", ha confesado en varias ocasiones. "Ya había desarrollado tolerancia".
"Me enganché de muy joven, seguía haciendo deporte, pero la adicción se iba instaurando y ya incumples con tu profesión", exponía el exdeportista. "Vas faltando a entrenamientos y no tienes esa capacidad de freno de autocontrol".
Tras tocar fondo, eso le llevó a querer ayudar a los demás y formarse como terapeuta. Así, y tras escuchar el testimonio de Dakota, él también exponía ciertas irregularidades.
"Los parámetros para coger el caso era si el chico o la chica se iban a enfrentar a mí. Si no se iba a enfrentar a mí, no lo querían. Tenía que haber chicha", reconocía.
Además, admitía bastante molesto que "esos no se van a acordar de la hija de puta de la directora ni de Cuatro. Al que van a culpar es a Pedro García Aguado".
Él era la imagen pública del programa, él que daba la cara, y por eso todo el peso recaía sobre sus hombros.
Respecto a la confesión de Dakota, Pedro alegaba que "su problema era el alcohol, y ahí creo que se equivoca".
"Una cosa es que te den (alcohol), y otra cosa es que te permitan, que es lo que ocurrió. Es cierto que posiblemente la productora pagase lo que se hubiese tomado en el bar o en la discoteca", matizaba.
"Se bebía dos cervezas y le sentaba fatal, y así vino a mi primer encuentro con ella, porque venía de grabar esas escenas", explicaba.
"Yo, por la parte que me toca, estoy tranquilo", aseguraba. Y señalaba molesto que declaraciones como las de Dakota Tárraga "dañan un poco la imagen del programa, y la gente no se acuerda del equipo, sino de mí".