La última entrega de 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva' ha estado protagonizada por un arranque de infarto y que ha precedido la llegada de Rocío Carrasco a las instalaciones de Mediaset. Carlota Corredera ha iniciado las emisiones desde una de las azoteas de la cadena, diciendo que era un sitio alto y que daba miedo, pero que daba la visión suficiente como para ver el trabajo que se ha hecho desde la máxima perspectiva. Además de esto, la presentadora ha querido narrar a modo de resumen el tipo de negacionistas que se han descubierto a través de la emisión de estos especiales.
Corredera ha dicho que hay dos tipos de negacionistas, refiriéndose a todas aquellas personas que aún siguen dudando de Rocío y que incluso llegan a desmentirla e invisibilizarla públicamente. El primer tipo de negacionistas, ha dicho, que son aquellos que ni siquiera se han visto los capítulos de la serie documental, pero que aun así, se han permitido la licencia de opinar, tergiversar intentar girar otra vez la tortilla en contra de la víctima.
El segundo tipo de negacionistas son aquellos que sí que han visto la docu serie, pero que de la noche a la mañana, han dejado de hablar en sus programas del contenido que se ha ido descubriendo semana tras semana. Carlota considera que esto ha pasado porque sabían que si seguían hablando y comentando el contenido tendrían que acabar dando la razón a Carrasco y esto les supera moralmente. Con estas pistas no hay duda de que a quién se refería es a Ana Rosa Quintana y a todo su equipo.
Esta comentaba diariamente en su matinal el contenido de la docu serie y cuestionaba de una forma bastante velada el contenido y el testimonio de Carrasco. Tanto es así, que fichó a su hija Rocío Flores bajo el pretexto de hablar de 'Supervivientes' pero que en verdad solamente la utilizaba para defender el papel de Antonio David Flores. Lo más curioso ha sido que de golpe se ha dejado de hablar de la docu serie y ya ni siquiera se nombra, a pesar de que el programa de Rocío Carrasco forma parte de su propia cadena.
Este detalle no ha pasado desapercibido para nadie y que en las redes sociales ya hace días que manifiestan el mutismo absoluto de Quintana y también de todos aquellos colaboradores que trabajan diariamente en su formato. Para ser ciertos tenemos que decir que no todos sus tertulianos han jugado en contra y que en la medida de lo posible, han intentado visibilizar la causa de Carrasco y de muchas otras mujeres que están sufriendo lo que ella vivió.
Una guerra entre productoras
Seguramente hay un motivo que ha motivado que Ana Rosa dejase de hablar de la docu serie. Este no puede ser otro que las continuas indirectas de Carlota a su compañera de cadena y que también se han visto reforzadas por Jorge Javier Vázquez y que en 'Sálvame' dijo que si Ana Rosa seguía hablando de la productora de sus programas, se declaraba la guerra y ya no había marcha atrás.
Quintana ya no quiere participar en una guerra dentro de su propia cadena y por este motivo se ha retirado de la causa, seguramente dando la razón a todos aquellos que consideran que no lo ha hecho bien. Ana Rosa ha invisibilizado la causa y esto no ha sentado nada bien en la cadena para la que trabaja, que se ha volcado des del primer día en el testimonio de Carrasco y que condena a todos aquellos que la han intentado cuestionar.