Carlos Sobera no gana para disgustos. El presentador se encuentra totalmente destrozado tras la noticia que ha recibido hace unas horas. No está siendo un buen momento profesional para el vasco que afronta su etapa más complicada.
Cuando parecía que todo iba bien y que contaban con él para dirigir varios formatos de la cadena, ahora todo eso podría cambiar. Y es que, de un tiempo a esta parte, lo que se pensaba que era un éxito, se ha convertido en un fracaso monumental.
Carlos Sobera no logra convencer a los espectadores
Cada día, todas las cadenas de televisión se enfrentan al momento más amargo de la jornada. Ese momento revelador que pone sobre la mesa lo que realmente ocurre tras la pantalla, y que podría suponer el fin de varios programas.
Hablamos de los datos de audiencia que sitúan en el ranking a las cadenas de televisión que triunfan entre los espectadores. Una de las franjas más disputadas es la denominada prime time que da comienzo al rededor de las 22:00 horas.
Y ha sido justamente ahí, donde Sobera se ha llevado su gran disgusto. El presentador no logró superar a Antena 3, ni sacando toda la artillería pesada. La semifinal de la Copa del Rey y Secret Story no fue suficiente para vencer a su principal competidor.
Atresmedia no contraatacó y se la jugó con sus formatos habituales. El Hormiguero y la serie Mentiras, lograron que Antena 3 se posicionara como la cadena más vista. Parte de este éxito se debe a los seguidores que enganchan Pasapalabra y Antena 3 Noticias 2.
El reality de Mediaset comenzó tras el partido Rayo-Betis logrando mejorar sus datos de pantalla respecto a otras galas. No obstante, no fue suficiente, pues los espectadores la situaron como la gala menos vista con 1.164.000.
Sin duda, un batacazo enorme que se sumó al fracaso que el programa de Carlos Sobera protagonizó contra Mentiras. Una vez más, Secret Story se queda sin saber lo que es liderar las audiencias poniendo en riesgo la continuidad del concurso.
Lo último para levantar audiencias
Un mes es lo que lleva Telecinco emitiendo Secret Story con la edición de los anónimos. Un formato que, desde el primer momento, no logró convencer a los espectadores. Su estreno solo consiguió enganchar a 1.500.000 personas, muy lejos de los datos de otros realities de la cadena.
Con estas cifras, se avecinaba para Sobera una complicada tarea para levantar el formato. Ni los avances en Sálvame o Ya son las ocho hacen que suba la audiencia, y eso que el vasco tiene buena acogida como presentador. Supo como nadie lidiar con los desplantes que Rocío Flores le hacía en el plató de Supervivientes, y es ya uno de los presentadores estrella.
El último intento de Mediaset de relanzar el concurso fue invitar a Kiko Rivera a la casa de Guadalix. Una visita que prometía mucho, pero que se tuvo que canelar debido a la polémica entrevista que realizó horas antes.
Con este panorama desolador, a Sobera solo le queda conocer qué ocurrirá si la cosa no mejora. Al menos le queda el consuelo de que su otro programa en Cuatro, First Dates, entró en el ranking de los más vistos el pasado miércoles.
Cierto que muy por debajo de sus principales competidores, pero al menos resiste el empuje y el famoso restaurante está lejos de cerrar. De hecho, tiene mejor acogida que su predecesor First Dates Café presentado por Jesús Vázquez.