La periodista de TVE Inés Ballester está pasando por uno de los peores momentos de su vida, como por desgracia la gran mayoría de españoles. La periodista ha pasado de informar sobre la pandemia del coronavirus a sufrirla.
Ballester ha logrado vencer la enfermedad que ha dejado a más de 25.000 personas fallecidas en España. A sus 61 años, la periodista ha sufrido las consecuencias del coronavirus, que la obligó a ingresar en el hospital con una neumonía bilateral severa.
La mítica de periodista de TVE ha compartido el calvario que vivió en una entrevista para 'El País'. Inés Ballester tuvo que permanecer ingresada 21 días, que se le hicieron eternos, debido al dolor y a la soledad.
Ballester ha reconocido que lo ha pasado realmente mal, tanto que a día de hoy le han quedado secuelas mentales que se le manifiestan de noche en forma de pesadillas. Tras haber estado hospitalizada durante tres semanas, la periodista ya está en casa guardando reposo y esperando a pasar la cuarentena recomendada una vez superado el virus.
La soledad y la incertidumbre del coronavirus
«Para mí el virus ha sido peor que el cáncer. Con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad y sí el calor de los míos y de muchas personas que lo han pasado. Tuve médicos que sabían lo que hacían y eso me daba seguridad y tranquilidad. Lo peor de este virus es la soledad. El cáncer no me cambió la vida. Salí con la misma mala hostia de siempre. Ahora no, ahora estoy muy flojita. Se me pasará, pero esto me ha tocado mucho», ha explicado la periodista a 'El País'.
Lo peor para ella como muy bien ha explicado ha sido la soledad, puesto que por culpa de la alta propagación del coronavirus, está prohibido recibir visitas al hospital para evitar contagiar a más personas. A esto se le suma la incerteza de la enfermedad.
Inés Ballester se encuentra en Castellón, descansando y recuperándose, ya que las secuelas que deja el virus son bastante importantes. «Los pulmones no están del todo bien. Hago yoga online, psicóloga online, tomo un vino con las amigas después de los aplausos online, todo online, con lo callejera y lo tocona que yo soy. Estoy rara», ha expresado la periodista, relatando el calvario que ha vivido y las consecuencias que le ha dejado.