Danna García con Mario Cimarro en 'Pasión de Gavilanes'

El calvario de Danna García, la inolvidable actriz de 'Pasión de Gavilanes', a causa del Covid

La actriz colombiana presenta graves secuelas tras infectarse tres veces con el virus

Danna García saltó a la fama con su mítico papel de 'Norma Elizondo' en la serie 'Pasión de Gavilanes', la cual llegó a marcar a toda una generación. A pesar de que en España la mayoría la conocemos por esa brillante actuación, Danna es una auténtica estrella en América Latina y ha sido protagonista de otras exitosas telenovelas como 'Bella Calamidades',  'Un gancho al corazón' o 'El señor de los cielos'.

Pero, tras haber conseguido el éxito en el terreno profesional y también personal, ya que ha encontrado la felicidad al lado de su marido, el escritor  Iván González, y disfruta de la maternidad con su primer hijo en común, el pequeño Dante, la vida le dio un duro golpe hace un año.

Y es que la actriz colombiana, quien abandonaba su país de nacimiento hace ya casi 18 años para cumplir sus sueños en el mundo de la interpretación, ha vivido un verdadero calvario tras contagiarse de Covid-19. Así, a día de hoy, casi un año después, sigue presentando secuelas y luchando contra las mismas.

La desesperación de la actriz tras contagiarse

El calvario de Danna comenzaba después de tener que viajar hace un año desde Miami a España para cuidar de sus suegros, los padres de su marido,  Iván González. Nada más llegar, se dio cuenta de que su suegra presentaba síntomas asociados al virus, como estornudos y tos, pero la mujer lo achacaba a una alergia.  

Al final, resultó ser Covid-19, y tanto ella como sus suegros se contagiaron, aunque fue a la actriz a la que le golpeó con más fuerza. De hecho, Danna estuvo realmente mal, e incluso llegó a temer seriamente por su vida. 

«Estoy un España, aquí hay un pánico generalizado. Intenté cambiar mi vuelo para volver a casa, pero resultó imposible, así que intenté comprar un nuevo billete y costaba unos 3.000 euros», informaba en redes sociales acerca de la tremenda odisea que había tenido que vivir para volver a México, país en el que reside actualmente.

Tres meses sin poder abrazar a su hijo

Poco después, y tras informar de que también había gente en su vuelo tosiendo y con otros síntomas sospechosos, al llegar a casa daba positivo y decidía ponerse en cuarentena. Pero, lamentablemente la enfermedad se le agravaba rápidamente y terminaba en el hospital.

«Tengo un miedo terrible, porque parece que si entras al hospital, ya no sales», explicaba aterrada. Aunque, la pesadilla no había hecho más que comenzar. Tras un tiempo ingresada, le dieron el alta, pero como seguía siendo positiva, decidía alejarse de lo suyos por precaución.

Así, se mudaba sola a un piso, aunque lo que no esperaba es que pasaría allí tantos meses. Y es  cuando pensaba que ya estaba recuperada, volvía a dar positivo incluso en tres ocasiones. Algo, que la hacía derrumbarse por completo. «Estoy sin palabras».

El momento en el que Danna tomaba la dolorosa decisión de despedirse de su familia

La situación era tan desesperante, que  Danna  llegaba tomar la drástica decisión de despedirse de los suyos y escribía una dolorosa carta en la que le pedía a su familia que se hiciera cargo de su hijo cuando ella no estuviera.

«Yo sé que quizá no salga de esta, por eso quiero que mi hijo sepa que luché por él. Hablé con mis padres para asegurarme de Dante y que pasaría cuando ya no esté». Y es que a pesar de que la actriz se encuentra mucho mejor, el virus le ha dejado graves secuelas con las que sigue lidiando, e incluso ha visto víctima de acoso vecinal. 

«Mis vecinos ya no me dejan usar el elevador, así que tengo que subir varios pisos a pesar de mis complicaciones», revelaba. Aunque, a pesar del grave dolor, ella nunca se ha dado por vencida y lo único que quería era poder volver a abrazar a su hijo. Así, no era hasta junio del año pasado cuando por fin tenía lugar el ansiado y emotivo momento. 

«Mi mejor regalo es poder volver a abrazar a Dante», asegura. Aunque, a pesar de que ya ha pasado casi un año, Danna sigue presentando graves secuelas, entre las que se encuentran la pérdida de memoria, falta de equilibrio o caída del cabello.

«Estamos hablando de caída del cabello, retención de líquidos, sientes cualquier cosa mil veces más. También siento que me falta el aire de vez en cuando, además de resquedad extrema en todo el cuerpo e inflamaciones celulares».