Santiago Segura ha vuelto recientemente a Masterchef. Su paso por los fogones más famosos de la televisión, en 2018, parece que dejó huella y es uno de los invitados habituales del concurso culinario. En esta ocasión, ha visitado el plató junto a sus dos hijas, que tienen unos nombres de lo más curiosos.
Las hijas de Santiago Segura lo eclipsan en televisión
La gran sorpresa de la noche fue la aparición de los retoños del actor y director, de 13 y 8 años. Ambas son fruto de la relación que el cineasta y María Amaro, maquilladora profesional, comenzaron a finales de los años 90.
El desparpajo de la pequeña conquistó a la audiencia y a los allí presentes. Mientras probaba los platos de la primera prueba de la noche, su cara lo decía todo.
“Me gusta..., pero es que es muy fuerte para mí. Para los mayores... está bueno”, explicaba la niña tratando de disimular. Su cara decía más bien todo lo contrario, el sabor no le pareció lo mejor de toda la velada.
Sin embargo, no fue el talento de la pequeña lo que más llamó la atención en las redes sociales. Su nombre, Sirena, y el de su hermana, Calma, fueron el centro de muchos comentarios.
Nada de nombres comunes para evitar confusiones
“Haciendo zapping, me acabo de enterar de que Santiago Segura es padre. También que sus hijas se llaman Calma y Sirena. Sí, CALMA Segura y SIRENA Segura”, escribía una tuitera sorprendida.
“No puedo creer que Santiago Segura le haya puesto a las hijas CALMA Y SIRENA”, sentenciaba otro usuario de la red social incrédulo.
“Quédate con quien te quiera lo suficiente como para no llamar Calma Segura a su hija”, bromeaba una internauta haciendo gala de su ironía.
Está claro que los nombres de las hijas del cineasta tienen guasa para muchos. Sin embargo, a Santiago Segura y a su pareja les gustaron mucho en su momento por una razón de peso.
“Los nombres son por mi obsesión con que no me recordaran a ninguna compañera de clase, a ninguna actriz, a ninguna exnovia…”, confesó el actor hace ya algún tiempo. “Ahora, digo Calma y es mi hija”, añadió.
El nombre de la mayor lo tenían claro prácticamente desde el principio. El de la pequeña les costó más decidirlo, especialmente al cineasta. Este había pensado otro, que finalmente la pareja rechazó.
“Reconozco que a Sirena no me dejaron ponerle otro nombre que se me había ocurrido, que era Salsa”, explicó Segura. “Y yo creo que hubiera acertado totalmente, porque Calma es calma y Salsa hubiera sido salsa, porque es un demonio, la clásica niña gamberra”, contó en una entrevista.
Está claro que el actor y director tiene auténtica devoción por sus hijas y ellas por él. Les gusta pasar tiempo juntos y montar en bicicleta.
Ahora que las dos hacen sus pinitos en el mundo de la interpretación, la relación con su progenitor todavía es más estrecha.
Las dos se sienten muy cómodas ante las cámaras y a su padre le encanta que vean cómo es su profesión desde dentro.
"La mayor solo quiere trabajar con su padre y mi hija pequeña está muy graciosa, está mal que yo lo diga, pero es que lo hace muy bien", contaba el cineasta en el estreno de su película Padre no hay más que uno 2.
Para participar en ella, Calma y Sirena tuvieron que pasar el casting como otras niñas. Su padre quería estar seguro de lo que estaba haciendo y que valían para el papel.
Finalmente, las dos interpretaron a personajes de este filme que logró cautivar a la audiencia en España.