Borja Capponi, quien fuese presentador del programa Malas Pulgas, se ha sumado a la lista de personas que ataca a Mediaset y denuncia el trato recibido por parte de Paolo Vasile.
Ha pasado una década ya desde que Caponni saltase a la fama con este formato en el que pretendía ayudar a los dueños a lidiar con el comportamiento de sus mascotas. Un programa muy parecido al de César Millán, conocido como 'el encantador de perros'.
De hecho, tal fue el 'boom' del adiestrador mexicano en la cadena, que terminaba destronando a Capponi. De esa forma, el presentador se quedaba sin trabajo ni esperanzas de futuro de la noche a la mañana.
"Cuando aparece César Millán, en 2006-2007, todo el mundo se queda alucinado", explicaba. "Yo ya había hecho mis pinitos en TVE y me dijeron que en una productora estaban buscando al encantador de perros español".
Tras ver a más de 50 adiestradores, la productora quedaba impresionada con el madrileño. "A ninguno le gustaba César Millán y para mí, en cambio, era un ídolo. Cuando me vieron, fliparon", asegura.
Lamentablemente, era su propio ídolo el que terminaba de hundirle. "Llegó César a España a quitarse la competencia de encima y yo desaparecí. Hizo un programa bastante cutre que no tuvo demasiado éxito".
Eso, sumado a las supuestas acusaciones de maltrato animal que pesaban contra el programa, lo que daba pie a que la cadena lo erradicara de manera definitiva de su parrilla.
La caída en desgracia de Borja Capponi
Tal y como ha relatado el propio Borja en una entrevista concedida a La Cadena Ser, la primera temporada de Malas Pulgas arrojó muy buenos datos de audiencia. Tanto es así, que decidieron renovar por una nueva.
La productora encargada del programa, BocaBoca decidía entonces comenzar a grabar nuevos capítulos y a él no dejaban de llegarle correos electrónicos de personas queriendo contratarle.
Sin embargo, a raíz de esas graves acusaciones en contra del presentador, los ataques a su persona e incluso amenazas de muerte comenzaron a ser constantes. Era ahí cuando comenzaba la pesadilla de Capponi, quien en cuestión de meses se veía en la calle y sin trabajo.
De hecho, llegaba a pasar por un desahucio, trabajar como reponedor de supermercado y alimentar a sus perros gracias al pienso que le fiaban. "Llamaba a BocaBoca todos días llorando", explicaba en la emisora.
"Caí en una depresión y me quise suicidar. Solo quería dormir y no pensar", reconocía acerca de sus peores momentos. "Adelgacé 10 kilos y llegué a pensar que tendría que dormir con mis perros en unos túneles".
Aunque la cosa no quedaba ahí, y es que de un día para otro recibía una llamada inesperada que le anunciaba que su programa estaba de vuelta en Cuatro.
Al parecer, la cadena, sin haberle comunicado nada, estaba anunciando su regreso, con los capítulos pendientes de emisión. Otro duro golpe para Borja, quien no daba crédito. Incluso llegaba a reunirse con Paolo Vasile para pactar una tercera temporada, pero él se negaba, limitándose a emitir aquellos episodios ya grabados.
"En total, por las dos temporadas, me dieron 20.000 euros. ¡A mí me estafaron!", lamenta Capponi, quien afortunadamente ha conseguido remontar por su cuenta.
"La gente se quedó corta con Malas pulgas porque a la gente le gusta ver esa magia, por eso triunfaron ese tipo de programas", sigue lamentando el presentador.
"Al final, solo fueron dos temporadas absurdas, que insisto a mí no me pagaron un puñetero duro, ni por la revista que sacaron ni por el DVD", añade dolido.
"A mí me pagaron una auténtica miseria en bruto y ellos llevan ganando millones durante años. El programa está absolutamente obsoleto. En algunos aspectos, sigue haciendo daño".
Aunque, eso sí, lleva un estilo de vida muy austero y tranquilo. Actualmente, el presentador vive con una manada de 15 perros en una finca de 5.000 metros cuadrados en Monte Acevedo.