Tanto Fabiola Martínez como Bertín Osborne han intentado desde un primer momento que sus hijos no se viesen afectados por la separación.
Sin embargo, parece que a Carlos, el pequeño de la familia, la situación ha terminado pasándole factura.
Así lo explicaba la venezolana, que insistía en que tanto ella como Bertín habían hecho todo lo posible por terminar de la mejor manera posible.
Sobre todo, porque algo "tan triste como es una separación no solo les afecta a ellos, también supone grandes cambios para los dos niños".
De hecho, asegura que Carlos ha vivido un año muy difícil. "Con tantos frentes abiertos, se le han juntado muchas cosas".
Eso, a pesar de que el preadolescente de trece años "ha llevado fenomenal la separación de sus padres", e incluso "se llegó a alegrar de que se tomara esta decisión al ser consciente de lo mucho que discutían sus padres".
Sin embargo, parece que finalmente el estrés le ha pasado factura en los estudios.
"Se le han juntado muchas cosas, ha sido un año muy difícil para él, cambio de colegio, separación de los padres... Son muchos frentes abiertos", aseguraba Fabiola.
Motivo por el que tanto ella como Osborne deben "tener un poquito de paciencia, sin bajar la guardia y provocando que se responsabilice". "Debe entender que tiene que ponerse las pilas y estudiar".
"Él lo ha llevado fenomenal, pero, como nos decía la orientadora del cole, es que son tantos cambios que lo normal es que no esté tan normal, sino que le pase algo".
La propia empresaria dejaba claro que el pequeño tiene una gran madurez y sensibilidad.
"Me dijo: 'Mamá, los padres no pueden ser amigos porque si son amigos dejan a sus hijos sin padres'". A lo que ella quiso ser bastante sincera con el niño: "Le respondí que ese equilibrio es lo más difícil".
Bertín Osborne y Fabiola, volcados en sus hijos
Por otro lado, parece que su hijo mayor, Kike, pasará todo el verano con su padre:
"No lo tenemos del todo organizado, pero sí que vamos a repartirnos a los niños. Kike se va al campo todas las vacaciones porque allí está fenomenal, caballo, piscina... Es feliz", apunta al respecto.
"Allí estará con Bertín, es el momento de que Bertín disfrute de ellos no a ratos, sino una buena temporada", añadía.
Sin embargo, parece que no tienen intención de hacer ningún plan en familia, los cuatro.
"Nosotros pasamos mucho tiempo juntos. Cada vez que Bertín viene a Madrid yo muchas veces estoy en casa. Plan de irnos a algún lado, no", dejaba claro.
"Además, creo que siendo todo más o menos reciente, creo que no sería positivo para los niños, les confundiría mucho. Es mejor separar las cosas con el mayor impacto posible".
Por su parte, Bertín hablaba abiertamente sobre la posibilidad de reconciliarse en un futuro.
"Nosotros coincidimos en mil cosas de la vida, pero hay momentos en los que la convivencia es complicada, pero no pasa nada, somos más amigos ahora que antes", reconocía con cierta resignación.
"En el caso de sentarme con Fabiola a hablar tendría que ser ella la que me diera a mí una segunda oportunidad, no voy a venir yo ahora de machito chulito", aseguraba.
"Separados estamos muy bien y cuando nos vemos lo disfrutamos el doble. Seguimos siendo más amigos ahora que antes, fíjate lo que te digo".
De hecho, ahora su mayor preocupación es la enfermedad de su hijo Kike.
"Es un tema de preocupación. No solo mío, también de cualquier padre que tenga un hijo como el mío. Que son miles", alegaba.
"Es estar con el corazón en la boca y el estómago encogido. No hay manera de prever cómo va a acabar un niño como los nuestros".