Bea 'la legionaria' se hacía popular allá en 2004, gracias a su participación en la sexta edición de Gran Hermano. Fue una de las concursantes más polémicas y revolucionarias.
Su extrema sinceridad provocó varias broncas en la casa y por todo ello se convirtió en una de las participantes más recordadas del reality.
Los años posteriores mantuvo su fama en televisión, pasando por varios programas y formatos de la cadena de Mediaset. Sin embargo, poco a poco su popularidad se fue desvaneciendo.
La última vez que se la había visto en la tele fue en 2017. Aquel año acudió al programa Cámbiame para someterse a un cambio radical de imagen.
Desde ese momento no había aparecido más y tampoco se había vuelto a saber de su vida fuera de las cámaras, hasta ahora.
Este lunes reapareció en Sálvame. Y lo hizo, en un principio, para contar en lo que se había convertido su vida ahora, marcada por una terrible situación económica.
Sin embargo, la situación acabó yendo más allá y su intervención en el programa de Telecinco acabó en una pequeña bronca.
'La legionaria', sin poder pagar el alquiler
Al parecer, Bea 'la legionaria' perdió su trabajo como consecuencia de la crisis económica que se ha generado a raíz de la pandemia del coronavirus.
Durante el último año muchos negocios se han visto obligados a cerrar o reducir sus plantillas tras no poder sostener la situación. Los meses de confinamiento y las restricciones en distintos sectores afectó mucho económicamente.
Así pues, Bea habría sido una de las personas afectadas por esto. Es por ello que por lo que ahora atraviesa una difícil situación económica.
Pese a que asegura que cuenta con un techo en el que dormir, una vivienda de alquiler, no puede pagar la cuota mensual, de 425 euros. Asegura que, actualmente, únicamente recibe una ayuda de 450 euros al mes, con lo que no puede hacer frente a todo.
Enfado de Bea al llamarla okupa
Esto se explicó en Sálvame, cuando 'la legionaria' todavía no estaba en plató, de una forma que a ella no le gustó nada. "Arruinada, sin trabajo y viviendo de okupa", así es como presentó el programa el caso de Bea.
Era la frase que se podía leer en el rótulo del programa y parece que fue algo que a la invitada no le hizo ninguna gracia. Y es que, según ella, no se trataba de ninguna okupa.
"Tengo mis llaves, tengo mi casa limpia, pago mi luz y pago mi agua. Si no pago el alquiler soy morosa, pero no okupa", explicó visiblemente cabreada.
De hecho, Nuria Marín tuvo que acudir antes de tiempo a la sala VIP en la que esperan los invitados. Fue hasta llí para preguntar qué estaba sucediendo, ya que se había enterado de que Bea se había cabreado.
Una vez allí, le preguntó sobre el tema. Fue entonces cuando la invitada contó que, pese a que ella ahora mismo no está pagando el alquiler, no es una okupa.
La situación es que ella tiene contrato en una casa de alquiler. Hasta el momento había pagado la mensualidad, pero hace unos meses dejó de hacerlo al verse ahogada por su situación económica.
De hecho, ella misma contaba que lleva unos cinco o seis meses sin poder abonar la cantidad de 425 euros. Por ello tendría ahora mismo una deuda de unos 2.500 con los propietarios de la vivienda.
Por esto, Sálvame la había tachado de morosa, algo con lo que ella, como hemos dicho, no se quedó nada conforme. "Morosa sí, pero de morosa a okupa anda que no va…", explicó.
Además, ella misma admitía después que estaba intentando pagar ya su deuda. Al parecer, hace un mes que tiene trabajo nuevo y, en cuanto reúna el dinero suficiente, pretende ponerse al día con los pagos.
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