Paz Padilla está atravesando uno de los momentos más complicados de su vida. Y es que tras haber perdido al amor de su vida, Antonio Vidal, profesionalmente también se ha encontrado con grandes baches.
Empezando por su puesto como jurado de Got Talent, donde se rumorea que no mantenía muy buena relación con sus compañeros. Justo por eso la dirección decidía prescindir de ella durante la próxima temporada.
"Evita relacionarse con la gente del equipo, no se fía de nadie y se dirige a sus compañeros con distancia, lo que genera muy mal ambiente de trabajo y mucha tensión".
Al parecer, la actitud de la gaditana dejaba mucho que desear detrás de cámaras y la situación se había vuelto insostenible. Además, también se especula que en Sálvame trata de mantener siempre las distancias con el resto de colaboradores, negándose a cualquier tipo de acercamiento con ellos.
"Ella es muy particular, ve la vida de una forma muy diferente a como la ve el resto de la gente", señalan aquellos que la conocen. "No entiende ni comparte que el resto de personas no la vean como ella".
Y por si esto no fuera suficiente, hace poco Padilla recibía un nuevo mazazo profesional. Su negocio, 'No ni ná', hace frente a continuas críticas por parte de los compradores. Según la opinión de los clientes, la calidad y el trato del personal dejan mucho que desear.
Paz Padilla, hundida por las críticas a su negocio
"Compré una bolsa de playa y no ha durado ni 15 días", lamenta una usuaria. "El bordado trenzado con el logotipo de la marca se descosió a la semana y la cremallera que cierra la bolsa igual. No merece la pena", ha sentenciado.
Muchos señalan que la tienda de Padilla está hecha "para turistas con dinero bien, pero no pagas calidad, pagas el nombre y fama de la dueña".
A eso se suma que la atención al cliente dejaría mucho que desear. "Acabo de mandar un email comentado que un producto que compré estando de vacaciones se ha estropeado", explica otra compradora insatisfecha. "Y la solución escueta que me envían es que vaya a la tienda a devolverlo".
"Les contesto indicando que lo compré de vacaciones y que vivo a casi 1000 kilómetros de distancia", señala. "No pido la devolución del dinero, pero si un trato más cordial por su parte".
Y esas no son las únicas quejas que se registran acerca del negocio de Padilla, ya que los clientes tampoco se encuentran con facilidades a la hora de cambiar los artículos.
"Contacté con ellos a través de email y de su web para 'descambiar' el artículo que compré por otra talla porque me quedaba grande. No he recibido respuesta y ya se ha acabado el plazo de devolución. Atención al cliente nefasta", reclaman.
Unos reproches que no solo hacen referencia al elevado precio de las prendas y complementos, sino también al terrible trato de los dependientes.
"Mi nota no va por los productos que son monísimos, aunque un poco elevados de precio, sino que va por el pésimo trato con el cliente. Me compré un bolso que vale 120 euros y la dependienta fue borde", sentencia otra compradora.
"No le quedaban más bolsos de ese color y cogió el que tenían en exposición sin ni siquiera preguntarme", reclama. "Por el tema covid puedo no querer el bolso que ha tocado todo dios..."
Además, con esa excusa parece que "abrieron la tienda media hora más tarde teniendo a la gente esperando fuera desde las siete".
"Al abrir, dijeron que fue porque tuvieron que reponer productos, pero si tienes que reponer hazlo antes de abrir", destaca. "Una vergüenza y trato al cliente pésimo".
Unas duras acusaciones ante las que Padilla todavía no se ha pronunciado y que pueden costarle su negocio.