‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ está dando mucho que hablar desde su estreno. Tras más de dos décadas de silencio, la hija de Rocío Jurado ha decidido hablar y están regresando a la actualidad asuntos turbios del pasado.
Antonio David Flores ha contado siempre que su exmujer no invitó al hijo que tienen en común, David, a su boda con Fidel Albiac.
El evento, que se celebró en septiembre de 2016, no contó con la presencia del hijo menor de la expareja y la razón parece que poco tiene que ver con la versión dada por el ex Guardia Civil entonces.
Hasta la fecha de su enlace, Rocío Carrasco siguió cuidando a David Flores de acuerdo con el convenio que tenía firmado con su padre, a pesar de haber perdido en 2012 la custodia de su hija mayor por una denuncia de malos tratos que acabó sobreseída.
Una denuncia de por medio
Meses después de la boda, el 23 de diciembre de 2016, Rocío Carrasco presentó una denuncia contra su expareja por tres presuntos delitos: uno de lesiones psicológicas, un delito de quebrantamiento de los deberes de custodia y de la inducción de menores y un delito de sustracción de menores.
«El padre solicitó a la madre que el menor, David, pasase los dos meses de verano con él. La madre accedió en la creencia de que el padre entregaría al menor en el domicilio materno a principios del mes de septiembre, con el fin de que el hijo pudiera asistir a la boda de la madre, celebrada el 7 de septiembre de 2016», reza la denuncia.
«Sin embargo, llegada la fecha de 1 de septiembre, el denunciado no entregó al menor, tras habérselo solicitado fervientemente, pero además, tampoco permitió la asistencia del hijo a la boda, además tampoco lo entregó a la madre la segunda quincena de septiembre, y lo que es más grave, a día de hoy continúa sin llevar al menor con su madre, quien no ha podido verle desde antes de las vacaciones de verano», continúa el escrito.
«Esta crueldad va unida a la que la actora tiene que soportar el escarnio público de las revistas y programas del corazón en los que se prodiga D. Antonio David Flores afirmando lindezas como que “mientras ella se casa, sus hijos lloran” cuando es él el responsable de que el menor no haya podido asistir a la boda de su madre. Manipulación mediática que se une a la manipulación y alienación parental a la que el padre ha sometido y somete a ambos hijos, siendo David todavía menor de edad», señala el documento de la denunciante.
La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco hizo constar también en la denuncia que Antonio David Flores había incumplido en numerosas ocasiones sus deberes de custodia. De hecho, el denunciado no habría abonado ni una sola mensualidad de la pensión alimenticia de sus hijos desde 2004.
Daños psicológicos
En cuanto a las lesiones psicológicas, el fin de la hija de Pedro Carrasco a lo largo de las 120 páginas, más anexos, de las que consta el texto que presentó ante el juzgado era demostrar ante el juez los múltiples indicios que señalan que Antonio David Flores ha causado un perjuicio psicológico continuado a la denunciante en la vida privada a lo largo de los años. Esta situación desembocó en un trastorno de adaptación en su forma de Reacción Mixta de Ansiedad y Depresión, un cuadro compatible con el apartado F43.2 de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS.
Además, Rocío Carrasco intenta demostrar en la citada demanda por lesiones psicológicas que su primogénita ‘estaba condicionada conductualmente por la figura paterna en su comportamiento’.
De hecho, existen dos informes de diferentes juzgados que recogen este asunto.
«En general, las descripciones de la menor denotan que ha venido compartiendo con su padre la versión negativa de la Sra. Carrasco (atribuyéndole a ella toda la responsabilidad del conflicto), en un clima de confianza mutua entre padre e hija», reza uno de los informes oficiales.
«La opinión que tiene Rocío Flores de su madre, y el comportamiento ante ella, parece estar mediatizado por los problemas legales que han tenido los progenitores a lo largo de su vida, recibiendo la menor presiones, más o menos conscientes, y adoctrinamiento más o menos consciente, que dan como consecuencia el rechazo frontal a la madre», se explica en uno de estos documentos.
Todo esto estaría relacionado con el síndrome de alienación parental, algo que Antonio David Flores se ha cansado de desmentir desde hace años. Y es que el marido de Olga Moreno tiene claro que sus hijos fueron abandonados a su suerte por su madre y él ha sido el único que se ha encargado de ellos desde entonces.