La situación económica de un ganador de Gran Hermano dio un giro radical a partir de que estallara la pandemia.
Se trata de Ángel Muñoz, triunfador de la undécima edición del reality. Se vio obligado a abandonar su piso e instalarse en una furgoneta.
Su paso por la casa más famosa de España le reportó un premio de 350 000 euros. Una parte de este dinero, en concreto 50 000 euros, fueron destinados a una ONG que trabajaba con las víctimas del terremoto de Haití. En aquel momento tenía 33 años y podía presumir de que sus cuentas estaban muy saneadas.
Ángel realizó buenas inversiones y nunca tuvo problemas para llegar a final de mes. Pero hubo un momento en que todo eso cambió para mal. La pandemia provocó estragos en la economía española, y el exconcursante de Gran Hermano no se libró.
Pasó de vivir con bastante solvencia a hacerlo en una furgoneta. Así lo recogía en septiembre de 2020 El confesionario de Kiko, el blog del colaborador de Sálvame.
"Os escribo esta carta con la intención de ser totalmente sincero y que conozcáis mi situación actual. Como sabéis, el covid obligó a nuestros gimnasios a cerrar. Con ellos, algunos perdimos nuestro trabajo, el de toda la vida", explicaba.
En su caso, admitía que se trataba de algo más "que mi sustento, mi alimento vital". Se vio superado por la situación. Al no percibir ningún tipo de ayuda por los cierres se vio obligado a alquilar su piso de Madrid para obtener ingresos.
Eso le llevó a utilizar su furgoneta como espacio de residencia. Pero no parece que hubiera encajado nada mal esa decisión que había tomado. "He decidido ser feliz y vivir con lo poco que tenga, pero vivir", señalaba.
La intención de Ángel Muñoz era hacerlo muy cerca del mar y "surfeando, hasta que el cuerpo aguante, hasta que todo mejore". Aprovechaba la ocasión para cambiar de vida y afrontar con mucha energía esta nueva etapa. Tenía claro que "no tengo intención de volver a Madrid a vivir nunca".
Trataba de huir del estrés, del ruido y de todo lo que implicaba residir en una ciudad grande. Y para ello necesitaba muy poco. Su vehículo y un sitio tranquilo para aparcarlo.
La situación financiera llegó a apretarle bastante, pero nunca le llegó a ahogar. Por suerte supo salir adelante con éxito. Continuó dando sus clases online de pilates y yoga a cambio de retribuciones.
Señalaba que "habrá que hacer aportaciones económicas diferentes según cada caso y modalidad. Siempre estarán enfocadas de una manera honesta y ajustadas a todos".
Ángel señalaba que le costó mucho dar el paso
Ángel Muñoz, de Gran Hermano, confiaba en aquel momento en que "pueda contar con al menos alguno de vosotros para este proyecto. De momento es mi única vía para poder ganarme la vida".
Contaba que era la manera de "no dejar de tener contacto con lo que más me apasiona". En su caso se trataba de "la enseñanza y ayudar a la gente". Desvelaba, además, que le había costado mucho "dar este paso, sudor, lágrimas y zozobra", pero estaba convencido de que era lo mejor.
Pero en realidad se sentía muy orgulloso por la forma en que le plantó cara a las adversidades. Aseguraba que tenía el convencimiento de que las cosas "me van a ir bien. Si no es con esto, con otra cosa".
Ángel contaba que estaba "tranquilo, en calma, y sobre todo feliz". Había dejado de ser el ganador de Gran Hermano para convertirse en una persona dispuesta a vivir con lo justo. No necesitaba más para alcanzar la felicidad.