Anabel Pantoja ha sido la principal defensora de su novio, Omar Sánchez, durante su paso por Supervivientes. Y aunque en un principio no le gustó la idea de que el canario participase en el reality, finalmente dio la cara por él hasta cuando cometía errores.
El Negro fue acusado de ser egoísta y mal compañero tras no querer compartir una de las recompensas que había ganado. Y lo cierto es que se ha convertido en una de las grandes decepciones de esta nueva edición, quizás porque se esperaba mucho de él.
Pese a ello, Anabel ha hecho todo lo posible por ayudarle a llegar a la final, llegando incluso a dejarse unos 12.000 euros en llamadas y mensajes de texto para salvarle.
Esa es la cifra que daba Antonio Canales, y que según acaba de confirmar la propia Pantojita de Canarias, dista mucho de la realidad. "No me he gastado 12.000 euros como han dicho, me he gastado 1.500 euros", ha puntualizado la sobrinísima.
"No me gasto eso ni muerta. Me lo gasté una vez con Gran Hermano y nunca más", ha señalado. Y es que durante el paso de su primo Kiko Rivera junto a su mujer, Irene Rosales, por GH Dúo, se dejó la friolera de 10.000 euros en hacerles finalistas.
El pastizal que Anabel se dejó en ayudar a su primo Kiko
En ese momento, la relación entre ambos era inmejorable, y Anabel no perdió la oportunidad de dar la cara por los suyos. "Mandaba 250 mensajes por la mañana y otros 250 por la noche", confesaba dejando a todos alucinados.
La colaboradora de Sálvame ni siquiera era consciente de la cantidad hasta que le informaron de ello en directo. "500 euros", señalaba Kiko Hernández. "Si cada mensaje vale un euro y has mandado 500...", calculaba.
Al caer en la cuenta, la joven se quedaba completamente muda y casi le da un infarto. Su compañero sacaba entonces la calculadora y echaba cuentas. "Si cada mensaje son 1.26 euros, Anabel ha mandado 500 cada día y sumas lo que llevas, se ha gastado en total unos ¡10.500 EUROS!", anunciaba.
Entre risas y casi sin creérselo, la sobrina de Isabel Pantoja rogaba a la audiencia que no echase a su primo del alma, y menos tras haberse dejado ese pastizal.
Algo, que dista mucho de situación familiar que atraviesan ahora mismo dentro del clan de los Pantoja. De hecho, parece ser que actualmente la relación entre Kiko y su prima está completamente rota.
Y todo a raíz de que ella se negase a posicionarse de su lado en la guerra que sostiene con su madre. A eso le han seguido semanas llenas de reproches y acusaciones dolorosas que han creado una brecha insalvable entre ambos.
Kiko cerraba la puerta a cualquier tipo de reconciliación mediante unas demoledoras palabras dedicadas a su prima.
"Coge una silla, ponte cómoda y espera a que me importe tu opinión", compartía el Dj en sus redes sociales.
"Estoy en un punto de mi vida que para ofenderme, primero tienes que importarme", arremetía contra Anabel. "Recuerda que un deseo no cambia nada, pero una decisión lo cambia todo. Tú elegiste tu camino y lo respeto", recalcaba.
"Deja de dar por culo. Y, sobre todo, déjame ser feliz", le advertía. Y es que el Dj ya no confía en la que alguna vez fue su mano derecha.
Sobre todo, porque considera que la televisiva ha podido filtrar información privada de sus conversaciones a sus compañeros de Sálvame.
Eso ha cabreado muchísimo al hijo de Isabel Pantoja, según comentaba su mujer en Viva la vida. "Yo me quiero mantener al margen, pero yo hablo con ella y le he dado un consejo. No tiene que salir todo públicamente", señalaba Irene Rosales.
"Estoy agotada, porque cada fin de semana tengo que dar explicaciones de algo que no tiene nada que ver conmigo", añadía molesta. Mientras que, por su parte, Anabel asegura estar ya 'hasta el mismísimo'.