Ana Rosa Quintana se ha emocionado hoy hasta las lágrimas al hacer un homenaje a Álex Lequio, hijo de su compañero de programa Alessandro Lequio, que murió ayer a los 27 años de cáncer, después de dos largos años de batalla. La presentadora ha aparecido hoy triste, muy afectada, cabizbaja y vestida de luto, para homenajear a Álex con un texto que ha leído y en el que no ha podido evitar llorar, ensalzando la fuerza y positivismo de Álex y la unión inquebrantable de sus padres en estos momentos:
«'A través de la eternidad, brillaremos juntos', ese es el último mensaje que mandaba Álex Lequio. Lo hacía a través de sus redes sociales junto a una foto con su prima Celia. En esa foto tenía solo tres años y le quedaba aún mucho por vivir. El mensaje ahora suena como un eco, como una despedida, como un viaje hacia la eternidad a sus 27 años después de tres años de larga lucha contra el cáncer. En el año 2017, los padres con hijos fallecidos de cáncer comenzaban una campaña porque existe la palabra huérfano para quien pierde a sus padres y la palabra viudo para quien pierde a su pareja, pero no existe en ningún idioma del mundo una palabra que defina a los padres que pierden a un hijo. Pidieron a la RAE que buscara esa palabra pero no la han encontrado, porque perder a un hijo es un hecho inconcebible para el ser humano».
«En estos tiempos tan difíciles del coronavirus, solo nos queda eso, las palabras. Y más para las personas creyentes que son sus padres. Por eso, queremos despedirnos de los nuestros como se merecen, porque tú Alex eres uno de los nuestros. Paco Umbral escribió al perder a su hijo un libro maravilloso que se llama ‘Mortal y rosa’ y decía: “Estoy oyendo crecer a mi hijo”, y nosotros, Álex, te hemos te hemos visto crecer. Pffff (ha suspirado, llorando), eras mucho más que aquel niño que mordía los micrófonos, luego se convirtió en un jovencito que unió a sus padres, un hombre solidario que organizaba actos incluso cuando estaba malito, una persona que nunca dejaba de sonreír, un optimista cargado de coraje que no dejaba de animar a sus padres incluso en los peores momentos. Un gran ser humano que quiso a sus hermanos Clemente y Ginevra, a sus amigos, a sus padres…».
«Unos padres que han permanecido junto a ti hasta el último momento y a tus padres les decías en 2018 “La cercanía que tenemos los tres es tan fuerte que no hay acontecimiento sobre la faz de la tierra, ni siquiera una guerra nuclear que pueda unirnos más” y qué razón tenías Álex. Nunca hubieras podido imaginar lo que vendría después. No fue una guerra nuclear, fue una pandemia mundial, pero ni siquiera esta plaga consiguió separaros».
«Ana, tú siempre estuviste a su lado, dedicaste a él toda tu vida; Alessandro, compañero, os quisisteis tanto. Cuándo vamos a poder abrazarnos, no lo sé, pero os daré el abrazo que ahora os mando desde aquí. El mío y el de todos los compañeros. Y quedémonos con el recuerdo porque como decía Umbral de su hijo: “Está vivo en mí lo que está vivo de ti, el recuerdo”. Descanse en paz».