Ana Rosa Quintana en su programa de Telecinco, con camisa de lunares y gafas blancas

Ana Rosa Quintana pone en tela de juicio el papel de Rocío Carrasco como madre

La presentadora ha cuestionado a la hija de Rocío Jurado en su programa

Desde que Antonio David Flores entrara como concursante a 'GH VIP 7' han vuelto a cobrar actualidad no solo sus problemas judiciales con su ex, Rocío Carrasco, sino también el hecho de que esta no mantenga relación con los hijos que tienen en común, Rocío y David.

Tanto dentro del reality como fuera del mismo se está hablando mucho sobre esa citada nula relación entre madre e hijos. Y la última en dar su opinión al respecto ha sido la presentadora Ana Rosa Quintana. En concreto, lo que ha hecho ha sido poner en tela de juicio el papel de la hija de Rocío Jurado como progenitora.

La opinión de Quintana

En 'El programa de AR' se ha abordado el tema candente de la nula relación entre Rocío Carrasco y sus hijos. Una situación sobre la que existen muchas teorías, unas relativas al conflicto entre madre e hija y otras referentes al hecho del porqué la madre dejó de tener con ella a su hijo. Sea como sea, Ana Rosa ha querido mojarse al respecto y ha sido muy crítica contra Carrasco después de manifestar que «esto es raro», en alusión a esa separación clara entre la madre y sus vástagos.

Después, ha expuesto que en el espacio que presenta desde hace años han tenido que ser testigos de progenitoras que han hecho lo imposible por mantener a sus hijos al lado o por recuperarlos. Y eso le ha hecho a manifestar, en alusión a la hija de la Jurado, que «Lo que llama la atención es que esos hijos no estén con su madre y que esa madre no haya tomado la decisión de cruzar a nado el Canal de la Mancha si hace falta».

Ante esa afirmación, alguno de los colaboradores de su programa ha querido quitarle responsabilidad a Carrasco aludiendo al hecho de que hay asuntos judiciales de por medio muy complicados. No obstante, Quintana ha rebatido esos posicionamientos y lo ha hecho de forma clara y dura afirmando: «No me hables de cuestiones judiciales, háblame de sentimientos».